El Seattle Sounders logró un empate en los útimos minutos, después de un partido en el que tuvo las mejores ocasiones, pero no estuvieron acertados de cara a portería. La primera mitad estuvo muy disputada y fueron los visitantes los que tuvieron más suerte de cara a puerta. En la segunda mitad, un gol al inicio puso las cosas de cara, pero despistes y baja intensidad en los últimos minutos, dejaron que los locales empatasen.
Acierto visitante
Inicio muy vibrante entre ambos equipos, que durante los primeros minutos alternaron llegadas tanto en una como en otra área. Tanto es así que los dos equipos tuvieron posibilidades de adelantarse en el marcador, pero fueron los visitantes los que golpearon primero. Daigo Kobayashi se hizo con un balón en el centro del campo, y tras encarar portería, disparo desde más de cinco metros del área. El balón parecía muy fácil de detener para el guardameta, pero falló y el esférico entró en la portería.
Los Sounders no bajaron los brazos y de manera constante provocaron llegadas al área rival, pero la defensa de los visitantes rechazaba todas las acciones. Los visitantes sin embargo continuaron tratando de aprovechar los errores que su rival tenía en defensa, y Kobayashi de nuevo, a punto estuvo de aumentar la distancia en el marcador con un disparo desde fuera del área.
A los pocos minutos una nueva acción de los visitantes les permitió llegar con peligro a la meta rival, y conseguir de nuevo superar al portero. En esta ocasión fue Agudelo el que remató de cabeza un centro desde la banda de Rowe, ante el que nada pudo hacer Frei.
A partir de este segundo gol, comenzaron a llegar una serie de ocasiones para los locales, siendo la gran mayoría de estas a balón parado. En la primera de ellas, Morris remató en el segundo palo un balón por encima del larguero. Si el delantero hubiese saltado más tarde, el remate no le hubiese cogido descendiendo. En la siguiente ocasión, Lodeiro mandó un libre directo desde el lateral del área al larguero, y el rechace del portero fue rematado por Bruin, pero un defensa lo sacó en la línea de gol.
En los minutos finales, el equipo local buscó a la desesperada un gol que les parecía negado. De hecho, Morris de nuevo estuvo a punto de recortar distancias en el marcador, pero su disparo fue detenido por el guardameta, y el encuentro llegó al descanso.
Remontada merecida
Con el inicio de la segunda parte, el equipo ‘esmeralda’ salió con la clara intención de empatar lo antes posible. Y a punto estuvieron de conseguirlo cuando Alonso de volea desde fuera del área, estrelló el balón contra el larguero, poniendo sobre aviso a los visitantes.
Con los locales volcados al ataque, dejaron muchos espacios en la defensa que provocaron que poco a poco su rival fuese creándoles más y más peligro. De esta manera, unos minutos antes de que se llegase a la hora de partido, un contraataque en el que New England Revolution creó una superioridad sobre la defensa, acabó con un gol de Agudelo, que habría una brecha casi insalvable en el marcador.
A partir de ese momento, el dominio de los locales pasó a ser casi total. Su juego se desarrolló en su mayoría en campo contrarió, dejando en un segundo plano a los defensas. Apareció entonces la figura de Jordan Morris, que por tercera vez en el partido, volvió a tener una ocasión para haber anotado, pero su disparo volvió a salir fuera.
A 15 minutos para el final del partido una larga jugada del equipo local en la que crearon un espacio con un cambio de orientación de Lodeiro, consiguieron recortar distancias en el resultado. Jones controló el balón en su banda, y aprovechó la llegada de su compañero uruguayo desde segunda línea y sin marca y jugó con él para que este anotara el gol.
Tras este tanto de Lodeiro, el asedio que sufrió la portería del New England Revolution pasó a ser agobiante, ya que cada llegada de los locales se convertía en una ocasión manifiesta de gol. Hasta que a cinco minutos del final, Bruin consiguió al recompensa a la insistencia que mostró en la segunda mitad, De nuevo un centro de Jones desde la banda izquierda, fue rematado por el delantero en el primer palo con un gran movimiento, que hizo saltar al esperanza en el estadio.
Llegó entonces la apoteosis final, cuando en un saque de esquina para los locales, Alonso se aprovechó de los errores en la marca de su rival, y remató a gol una prolongación en el segundo palo de Shipp.
En los minutos finales, ambos equipos buscaron un gol que les diera la victoria, pero el partido finalizó con un empate más que justo.