Sexta victoria consecutiva y parece que el equipo de Vanney no se ve afectado por las rotaciones. Se llevaron los tres puntos en un partido en el que se vio a dos equipos muy ofensivos, y en donde la puntería fue la que marcó el resultado. En la primera mitad los locales se fueron con ventaja en el marcador, aunque con la maña noticia de la posible lesión de Giovinco. La segunda parte se convirtió en un ir y venir de una partería a otra con constantes ocasiones de gol, siendo los canadienses los más acertados.

Una de cal y otra de arena

Desde un inicio se pudo ver un partido muy disputado en donde los visitantes no se amilanaron ante el poderío ofensivo de su rival, y con una idea clara de juego elaborado, buscar crear espacios en una poblada defensa. Los canadienses, a diferencia de su rival, si estaban consiguiendo pisar el área rival, pero no convertían estas llegadas en un disparo claro sobre la portería.

Con el paso de los minutos, el dominio de los locales estaba siendo muy insistente sobre la portería de los ‘loons’. Esta presión provocó que a los 20 minutos, Danladi derribase a un jugador canadiense en el interior del área y el árbitro señalará los once metros.  El encargado de transformar la pena máxima fue el italiano Giovinco, que conseguía así anotar su sexto gol de la temporada.

Giovinco adelantó a su equipo de penal (Imagen: usatoday.com)

El Minnesota United no cejó en su empeño de buscar el gol, pero le estaba costando mucho trabajo superar las líneas de presión de su rival. La primera ocasión de peligro para estos llegó cerca del minuto 30 cuando Danladi controló un balón en el interior del área, y con todo para anotar, mandó el balón por fuera de la portería.

Conforme maduraba la primera mitad, los visitantes adquirían mayor control sobre la pelota, aunque esto no le asegurase profundidad en sus acciones. La gran mayoría de las mismas finalizaban despejadas por la defensa o recuperadas por los mediocentros, en la presión que realizaban en la zona de creación.

Pero antes de que se llegase al tiempo reglamentario, los canadienses sufrieron un duro varapalo, más importante incluso que un gol en contra. La estrella del equipo, Giovinco, tenía que retirarse a causa de lo que aparentaba una lesión.

La fe mueve montañas

Intenso inicio el de la segunda parte, que pronto tuvo ocasiones claras para ambos equipos, aunque fueron los visitantes los que tuvieron mayor acierto. Primero fue Hagglund el que en un saque de esquina y con la portería prácticamente vacía, mandó el balón por fuera de la misma. Sin embargo unos minutos después los ‘loons’, gracias a Kevin Molino, consiguieron empatar el partido, después e una jugada en al que logró definir a la perfección.

Pero poco duró la alegría a los visitantes, que en apenas dos minutos (prácticamente la siguiente jugada), los canadienses volvieron a ponerse por delante en el marcador. Fue en un saque de falta lateral al segundo palo en el que Mavinga remató el balón a gol ante la oposición de su marcador.

Molino anotó un doblete (Imagen: usatoday.com)

El partido enloqueció en los siguientes minutos, y las ocasiones comenzaron a caer en ambos lados, hasta que fueron los visitantes los que volvieron a anotar y a empatar el partido. En un saque de esquina, un remate golpeó en el brazo de Edwards, forzando  de esa manera al colegiado a señalar la pena máxima. Fu de nuevo el delantero trinitense el encargado de igualar la contienda, después de tener que acudir al rechace tras errar el primer disparo.

A partir de ese momento el partido pasó a ser un monólogo de los locales, que de manera constante encerraron a su rival en campo propio, dejándoles sin opciones de salir con el balón controlado. Este asedió llevó al recompensa al conjunto local, donde tras una jugada de fe de Altidore, sirvió un balón a Ricketts para que este colocara de nuevo a su equipo por delante en el marcador con un cabezazo.

En los minutos siguientes al final del partido, los dos equipos dejaron de lado la táctica y encomendaron a la voluntad, lo que generó que apareciesen ocasiones de peligro en las dos áreas. Esto pudo hacer que el partido finalizase con un marcador aún más abultado, pero los delanteros no estuvieron acertados.