New England Revolution se impuso ante Columbus Crew por 2-1 en la noche del domingo. El espectacular tanto de Ola Kamara, que dejó petrificado a todo el Gillette Stadium, fue rápidamente neutralizado por los dos goles del uruguayo Diego Fagundez, que jugó uno de los mejores partidos de su dilatada trayectoria en la MLS, a pesar de su corta edad. El primero al definir con sutileza en el segundo palo tras una buena combinación entre Lee Nguyen y Kei Kamara, y el segundo después de una jugada personal de muchos quilates.

Con este resultado, los locales se mantienen invictos en su feudo y suman ya 16 puntos, lo que les permite meterse de lleno en la lucha por el PlayOff. Por su parte, el cuadro de Ohio se mantiene en los puestos de privilegio, aunque con varios equipos bien pegaditos a él. La lucha por la postemporada en la Conferencia Este no podría estar más apretada.

Piña del cuadro local antes de arrancar el encuentro // Imagen: NE Revolution
Piña del cuadro local antes de arrancar el encuentro // Imagen: NE Revolution

El buen juego obtuvo recompensa

Columbus Crew arrancó el choque muy dominador, manejando el cuero y encerrando a los locales en su área. Fruto del buen juego desplegado, llegarían las ocasiones. La primera en las botas de Higuaín. El argentino se revolvió muy bien en el interior del área pero Cody Crooper acabaría deteniendo su disparo.

New England permitía que los visitantes combinaran con demasiada comodidad y, cuando en frente tienes a jugadores de la calidad de Wil Trapp, esto supone una auténtica temeridad. El centrocampista nacido en Gahanna vio perfectamente el desmarque de su compañero Ola Kamara y le puso un balón franco para el remate de primeras. El noruego no dudó en golpear el cuero y el esférico acabó colándose por la escuadra de la meta local. Un auténtico golazo para inaugurar el marcador.

Ola Kamara instantes antes de anotar el primer gol // Imagen: Columbus Crew SC
Ola Kamara instantes antes de anotar el primer gol // Imagen: Columbus Crew SC

Pudo aumentar su renta el Crew poco después. En esta ocasión Kamara no estaría tan acertado. Kekuta Manneh percute por banda diestra pero Kamara no llega a empujar el pase de la muerte sobre la misma línea de gol.

Acción, reacción

El tanto en contra pareció espolear a los pupilos de Jay Heaps y, en apenas diez minutos, le dieron la vuelta al resultado con un estelar Diego Fagundez. Trapp, que había sido uno de los protagonistas principales en el primer gol, pierde la pelota en su propio campo y Nguyen monta rápidamente la contra. Tras una fantástica triangulación entre el propio Nguyen, Kei Kamara y Fagundez el empate sube al luminoso. Poco después, sería nuevamente el uruguayo el encargado de romper por completo a la defensa rival con una acción individual y batir por abajo a Zack Steffen. Los Revs habían hecho lo más difícil, remontar el partido.

Fagundez bate por abajo a Steffen // Imagen: NE Revolution
Fagundez bate por abajo a Steffen // Imagen: NE Revolution

Bajón de revoluciones

La segunda mitad empezó como la primera. El Crew trataba de generar peligro a partir de la posesión de balón aunque, ciertamente, faltaba mucha profundidad en sus acciones. Justin Meram pudo devolver la igualada al electrónico pero su testarazo se estrelló directamente contra el larguero.

Poco a poco, New England comenzó a sentirse cómodo y apenas concedía oportunidades. A Columbus le faltaba fútbol en la zona de medios y, para rematar la faena, Gregg Berhalter decidió sustituir a Mohammed Abu, la brújula de la franquicia Black & Yellow, para dar entrada a un delantero puro como Adam Jahn. El técnico estadounidense confiaba así todas las oportunidades de su equipo a la pelota parada.

Acoso y derribo

En la recta final, el Crew asedió el área revolucionaria en busca del 2-2. Jahn dispuso de la mejor ocasión para los suyos pero Cropper aguantó firme en el mano a mano y finalmente pudo alejar el peligro de su portería.

Ya en el descuento, Andrew Farrell dejó con uno menos a los Revs por una dura entrada merecedora de la tajeta roja. No obstante, apenas quedaba tiempo, y los visitantes regresan a Ohio con las manos vacías.