El Minnesota Unted FC vuelve a conseguir una victoria gracias a un solitario gol de Christian Ramirez. El equipo local supo leer de una manera inteligente el partido, en donde con cubrir al delantero centro de su rival, sabía que tendría mucho ganado. Durante muchos minutos se vio una gran igualdad entre ambos equipos, pero finalmente un gol del delantero de origen latino significó la victoria de los locales. Este partid demostró también al dependencia de los ‘púrpuras’ para con su delantero Larin. Si el canadiense no tiene balones ni ocasiones, el equipo se resiente.

Sin correr riesgos

Inicio muy intenso por parte del equipo visitante, que buscó con insistencia la portería de su rival, con la intención de lograr un tempranero gol que les pudiese poner el partido de cara. La ocasión más clara fue un remate de Sutter que se marcó a pocos centímetros del palo derecho de la portería local.

El Minnesota United consciente de la salída en tromba de su rival prefirió mantenerse bien posicionado en defensa y tratando de no cometer errores que les llevasen a recibir un gol. De esta manera, sus primeras llegadas al área de los visitantes no se dieron hasta por lo menos llegados al minuto 15.

La primera ocasión del peligro para los ‘Loons’ no llegó hasta el minuto 20 cuando Christian Ramirez recibió un balón en profundidad de Jome, el cual intentó definir la acción con una volea pero el balón se marchó ligeramente por fuera de la portería. Esta ocasión despertó al conjunto visitante que en los últimos minutos apenas mantenía control sobre el balón.

Durante los siguientes minutos, el encuentro estuvo muy igualado en donde ninguno de los equipos parecía superar al otro. Esto también fue a causa de la gran cantidad de interrupciones por faltas que su pudo ver, que impidió que se viera continuidad en el juego.

En los últimos minutos de la primera mitad, los visitantes gozaron de la que fue la ocasión más clara hasta el momento. Una contra en la que Rivas encaró al portería rival, superó al portero con un disparo cruzado, pero el balón golpeó en la madera.

En los últimos minutos, el miedo a recibir un gol hizo que apenas se vieran ocasiones manifiestas de gol, lo que dejaba que el partido se decidiera en los últimos 45 minutos.

El de siempre

La segunda mitad tuvo también un inicio bastante equilibrado por parte de ambos equipos, en donde ninguno de ellos concedía metros a su rival. Sólo hubo una ocasión de peligro en estos primeros minutos, en donde Rivas de nuevo encaró al portero de los locales, pero su disparo volvió salir fuera de la portería.

Sin embargo, cuando el partido parecía volver a tener un ritmo de juego lento, en donde ninguno de los dos equipos daba un paso adelante para demostrar superioridad y control sobre el mismo, llegó la acción que cambió el partido. Con un taconazo Venegas habilitó a Christian Ramirez dejándolo sólo frente al portero, y tras superar a este y a un defensor, anotó a portería vacía el gol que a la postre cobraría mucha importancia.

Tras este tanto, Orlando City SC se decidió a hacerse con las riendas del partido, manteniendo el control de la pelota u consiguiendo de manera constante llegadas sobre la portería rival, aunque todas ellas apenas conseguían poner en apuros a su rival.

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Con el aumento de la intensidad en el juego por parte de los visitantes, el entrenador del Minnesota United empezó a realizar cambios con cuentagotas, con una doble finalidad. La primera era la de reforzar la zona defensiva con jugadores de refresco, y la segundo y no más importante, parar la posible continuidad del juego de los ‘leones’.

Pero de manera sorprendente, la mejor ocasión de gol de estos minutos finales llegó del lado de los locales, cuando tras una contra que empezó y acabo Francisco Calvo, Christian Ramirez tuvo de nuevo la opción de anotar otro tanto, pero con todo de cara para lograrlo, su remate se marchó fuera.

En los minutos finales, el equipo visitante buscó a la desesperada un gol que no llegó, demostrando una vez más la dependencia que tiene del delantero Cyle Larin. Cuando el canadiense no está enchufado, el equipo se resiente. Esto hizo que de nuevo volviesen a caer derrotados ante un rival que consigue de nuevo una victoria como local.