Resultado bastante abultado para la igualdad que se pudo ver durante los 90 minutos. En la primera mitad los dos equipos tuvieron un juego muy similar, en el que ninguno concedía metros al otro. No fue hasta los últimos minutos cuando un golazo de Davis decantó el resultado hacia los locales de manera momentánea. La segunda parte también estuco bastante disputada, y al igual que pasase con anterioridad, en los últimos 15 minutos se vinieron cinco goles que dejaron el definitivo marcador.

Ritmo vertiginoso

Inicio de partido bastante igualado, con ambos equipos llevando una clara idea de tener el balón bajo su control. La intensidad de juego en los primeros minutos, llevó que se viesen constantes llegadas a un área y otra, aunque estas no fuesen ocasiones manifiestas de gol.

Poco a poco comenzó a verse que ninguno de los dos equipos quería dar su brazo a torcer, ni conceder metros a su rival. Esto significó una intensa presión en todas las líneas, provocando que el balón cambiase de poseedor de manera constante, y se viese un partido al más puro estilo ingles (box to box).

Sin embargo, conforme pasaban los minutos, las llegadas al área del New York Red Bulls fueron cada vez más peligrosas. En una de ellas, Kljestan estuvo a punto de adelantar a su equipo con un disparo desde fuera del área que se marchó cerca del larguero.

@NewYorkRedBulls

A partir de ese momento se comenzó a ver al equipo local más activo en el ataque y generando más acciones de peligro que su rival, que apenas estaba logrando pisar el área defendida por Robles. El planteamiento defensivo de los Red Bulls, con ocho jugadores en apenas unos metros, hacía prácticamente imposible que los californianos les llegasen con peligro.

Este ligero cambio en la dinámica del encuentro benefició a los locales, que fueron acumulando llegadas poco a poco, hasta que a poco más de cinco minutos para el final, consiguieron superar al meta rival. En una acción por banda izquierda, Davis controló un balón en el interior del área y con un poderoso disparo, colocó el balón en la escuadra.

Esta acción permitió al equipo local deshacerse un poco de la presión a la que su rival le sometía, pudiendo tener un par de acciones más de peligro, antes de que el colegiado señalase el camino a los vestuarios.

Final vertiginoso

Los segundos 45 minutos comenzaron con mucha igualdad en el centro del campo, en donde ninguno de los dos equipos parecía demostrarse superior al otro. A pesar de ello los locales estaban consiguiendo pisar el área rival, mientras que los ‘Quakes’ apenas superaban el centro del campo con el control de la pelota.

Con el partido superando la hora de juego, el dominio de los locales era total. Mantenían a su rival muy lejos de su campo, y sólo en algunas acciones a la contra, estos pudieron presentarse con peligro en la portería de los neoyorkinos. Una de ellas fue cerca del minuto 70 cuando Wondolowski obligó a Robles a esforzarse para no ver a los californianos ver como igualaban el marcador.

Instantes después, la insistencia de los locales tuvo su recompensa. Un balón suelto en el interior del área fue recogido por Sacha Kljestan, que con un ‘mar de piernas’ por delante, logró introducir el balón en el fondo de la red, anotando así el segundo gol de su equipo. Pero en la siguiente acción, la ventaja en el luminoso se aumentaría, ya que Felipe recibió un balón en la frontal del área y con un derechazo anotó de nuevo un gol.

@SJEarthquakes

Este resultado puso en alarma al San Jose Earthquakes que comenzó a tener el protagonismo que había perdido hasta el momento. Trató de llevar la iniciativa en el juego, pero la intensa presión de los neoyorkinos les impedía llegar con claridad

Sin embargo, a pocos minutos del final, los neoyorkinos tuvieron el primer despiste defensivo que les llevó a recibir un gol del rival. Hyka fu el único jugador que estuvo atento a un rechace del portero y centró el balón al corazón del área pequeña  para que Vako Kazaishvili se estrenara como goleador en la MLS.

En los últimos minutos del partido, con todo decidido ya, el equipo local consiguió cerrarla goleada con dos goles en apenas un minuto. De hecho, fue el mismo jugador el que logró anotar ambos goles. Royer apareció por el costado derecho y con buenas definiciones, puso el definitivo 5-1 en el marcador.

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.