Russel Canouse fue confirmado el pasado jueves como nuevo jugador del D.C. United, llegando con contrato de dos años con los norteamericanos.

Las cosas en el segundo máximo campeón de la MLS no son nada buenas, con apenas 19 puntos y siendo coleros de la zona Este, siendo el tercer equipo más goleado de la liga, el de menos anotaciones y con la peor diferencia de gol en la temporada, además del puesto de Ben Olsen colgando de un hilo pues otro mal resultado y todo se va a la basura tras siete años de gestión.

A esa realidad ha llegado Canouse, el volante proveniente del Hoffenheim de Alemania, que hizo una buena campaña en la Bundesliga y avanzó a la Champions League, y el cambio de un equipo ganador a otro con muchos problemas de resultados.

El reto para el nacido en Pensilvania es enorme, y su experiencia en el viejo continente será fundamental para apoyar a una nómina golpeada en innumerables ocasiones.

Dave Kasper, director general y vicepresidente de operaciones de fútbol del United, se refirió a Canouse como un "centrocampista dominante con gran talento y visión, especialmente como un jugador joven", confiando en su talento de 22 años para que de lo mejor en Washington.

"Estamos muy contentos de haber conseguido un jugador de 22 años con experiencia europea, una presencia física fuerte que tiene la capacidad de dictar el juego", afirmó Kasper.

Canouse jugará por primera vez en el fútbol de los Estados Unidos, con toda su carrera hecha en Alemania en el Hoffenheim, donde debutó en 2016 tras 51 partidos en el equipo de reserva, y luego siendo prestado al Bochum donde jugó 20 encuentros y anotó un gol.

Con la USMNT, hizo parte del equipo que jugó el Campeonato Sub-20 de la CONCACAF en Jamaica en 2015, consiguiendo la clasificación al mundial de la categoría en Nueva Zelanda pero sin llegar allá por una lesión que lo alejó.