Apenas necesitó 20 minutos el conjunto del New York City FC para llevarse un partido en el que ni mucho menos fue superior a un rival que no supo gestionar su superioridad. En la primera mitad se pudo ver un partido muy disputando en donde ambos equipos tuvieron sus opciones de llevarse adelantarse en el marcador. Fue en la segunda parte cuando los visitantes se encontraron con un gol y no supieron sacar mayor ventaja ante un rival desconocido. Estos sólo necesitaron tres disparos a puerta en los últimos minutos para demostrar el nivel que atesoran  

Intercambio de golpes

Máxima igualdad en los primeros minutos de este encuentro, en donde ninguno de los dos equipos conseguía ser superior al rival. El control de la pelota dio paso a un juego más directo, en el que la búsqueda de un gol tempranera provocó que los defensas tuviesen que estar muy atentos a no cometer errores.

Con el paso de los minutos, se comenzó a ver mayor control del ritmo del juego por parte de los neoyorkinos, aunque apenas lograba imprimirle profundidad a sus acciones, debido a la acumulación de jugadores rivales. En apenas unos metros delante del área, mantenían a casi al totalidad de sus jugadores, provocando así que se generasen pocos espacios.

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Sin embargo, consiguieron crear una clara ocasión de gol en la primera oportunidad en la que Harrison superó en velocidad a su marcador en banda. El extremo británico cedió el balón al punto de penalti donde apareció David Villa para mandar su disparo la lateral del área.

Conforme el partido maduraba la iniciativa pasó a ser para los ‘Revs’, pero apenas conseguían generar acciones de peligro. Esto fue debido sobre todo a la ausencia de jugadores creativos en el centro del campo, que complicaba la llegada de balones a los delanteros. Todo su juego se basó en buscar segundas jugadas con balones en largo a Kamara, pero la defensa local estuvo muy atenta a rechazarlos.

Cerca de llegar al final de la primera mitad, el New England Revolution tuvo la ocasión más clara para haberse adelantado en el marcador. Desde varios metros fuera del área, Rowe conectó un disparo a portería que se estrelló en el palo.

Revolución desde la banca

La segunda parte sorprendió con un buen inicio por parte del equipo visitante, que comenzó teniendo el control de la pelota, dejando a los neoyorkinos con contraataques como su recurso ofensivo. Esta insistencia visitante les permitió tener algunos avisos sobre la meta de Johnson, antes de conseguir anotar.

Fue en una segunda acción tras un saque de falta en el que Johnson no blocó un balón, y el rechace fue aprovechado por Bunbury para sorprender a una defensa que estaba saliendo y colocar en ventaja a su equipo.

Este tanto dejó muy frio al equipo del New York City FC, ya que en los siguientes minutos apenas demostró ningún tipo de reacción. Esto tampoco fue aprovechado por los visitantes, que comenzaron a retrasar sus líneas de presión, conocedores de que en cualquier momento su rival podría sorprenderles.

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A falta de 20 minutos para el final, comenzó a verse al equipo local que se esperaba desde el minuto uno. Dominador del balón, encerró a su rival en campo propio, dejándole pocas opciones de salir, ni tan siquiera a la contra.

Apareció entonces la figura del jugador que siempre aparece en los peores momentos, un fubtolsita que cuando es necesario se echa el equipo a la espalda, David Villa. En la primera ocasión que tuvo, disparo a  puerta, pero el guadameta sacó una espectacular mano para mandar el balón a saque de esquina.

Unos minutos después, en una jugada rocambolesca en el interior del área, el balón llegó al delantero español, que volvió hace lo que mejor sabe, marcar goles. Este significó el decimonoveno en lo que va de temporada, lo que le da mayor ventaja en la tabla de goleadores.

Sin embargo los locales no consiguieron darle continuidad a su juego tras el gol. De manera constante vieron su juego detenido por la constante búsqueda de su rival de detener el juego para que no imprimiesen ritmo al balón.

Pero hasta que pite el árbitro el partido no se acaba, y todo el tiempo que los visitantes trataron de perder en los últimos minutos, fue aprovechado por los ‘citizens’ para en el tiempo de descuento dar la puntilla a su rival. Un disparo defectuoso de Sweat desde fuera del área, fue recogido  por Jonathan Lewis para poner el balón en el fondo de la red y hacer efectiva la remontada.

Pero los minutos finales fueron aún peores para el New England Revolution, que vio como Kellyn Rowe caía al suelo en la rodilla en una mala posición, lo que hacía presagiar lo peor para el equipo.