Los ‘Royals’ golearon a un rival que apenas le mostró la cara al partido. De no haber sido por los palos, la goleada local hubiese sido escandalosa. Desde el inicio se mostró al conjunto de Salt Lake más incisivo en el ataque, acumulando una ocasión tras de otro. Consiguieron adelantarse en el marcador cerca de la media hora, ante un rival que no tuvo respuesta. En la segunda mitad, la expulsión de Godoy por doble amarilla allanó el camino a estos, facilitando la victoria ante un rival sin respuesta y muy perdido.

San Jose no responde

Desde que diese comienzo el partido, el conjunto local fue el que puso mayor interés en tener el balón, buscando una continua circulación del balón que crease espacios en la defensa californiana. Lograron tener dos acercamientos peligrosos sobre la meta de su rival que fueron bien solventados por la defensa.

El San Jose Earthquakes sin embargo tardó varios minutos en entrar al partido, ya que la presión que su los locales realizaban sobre la salida de balón, les impedía pasar del centro del campo con la posesión del mismo. Esto generó que varios robos en su propio campo, se convirtiesen en ocasiones de peligro, que acercaban a su rival a decantar el resultado.

usatoday.com

En el ecuador de la primera mitad los visitantes se deshicieron de la presión que su rival ejercía, adelantando las líneas y sacando al equipo unos metros. Esto llevó a generar espacios en la defensa, lo que castigaron los locales. En una veloz transición Luis Silva recibió un balón en posición de marcar y no desaprovechó la ocasión, superando al portero con un disparo entre las piernas.

A pesar del gol, el conjunto del Real Salt Lake continuó llevando la iniciativa del partido, con un equipo rival que se veía superado en todos los aspectos del juego. Este dato se vio reflejado con una pésima estadística en la que quedó marcada por no lograr realizar ningún disparo a puerta.

Sin apenas tiempo de respuesta, el partido llegó al descanso con un conjunto local muy cómodo, mientras que su rival estaba sorprendiendo por su apatía en el ataque. Sobre todo, estos acusaron errores en salida de balón, que permitían a los ‘Royals’ desarrollar un partido muy tranquilo.

Tanto va el cántaro a la fuente

La segunda parte comenzó de igual manera como finalizara la anterior, con un conjunto como el Real Salt Lake, asediando la portería de los californianos. En estos minutos consiguieron anotar un gol, pero el árbitro lo anuló tras consultar el VAR, por una falta del delantero al portero. Minutos después volverían a poner en peligro la portería de estos con un disparo de Plata que el palo rechazó.

El San Jose Earthquakes parecía un equipo totalmente entregado, superado en todas sus líneas, sólo era capaz de detener el juego de su rival con continuas faltas. En una de estas acciones se quedaron con un jugador menos a causa de una peligrosa entrada de Godoy a Rusnák, que le hizo ver la segunda amarilla y por lo tanto la expulsión.

El asedio local era incontestable, reforzado por la circunstancia de su rival, en la que jugaba con un futbolista menos. Esto originó que las llegadas fuesen constantes, con dos ocasiones más en las que los locales estrellaron dos disparos contra la madera. Sin embargo, unos minutos después, una gran acción de Savarino en la frontal del área, permitió al jugador abrirse hueco y mandar el balón a la escuadra para anotar el segundo gol de su equipo.

usatoday.com

En los siguientes minutos, los visitantes trataron de demostrar una respuesta, pero la defensa rival no tuvo muchos problemas para desbaratar todo tipo de peligro que se acercase.

A falta de diez minutos para el final del partido, los ‘Royals’ anotaron un tercer gol que daba prácticamente el partido por cerrado.  Con el equipo rival volcado en el ataque, una contra de Plata y Rusnák, finalizó con un disparo del segundo. El futbolista eslovaco conseguía cuajar así uno de sus mejores partidos, con dos asistencias y un gol.

Los locales estaban desatados y minuto a minuto llegaban con peligro sobre la portería de su rival, acumulando una ocasión de peligro detrás de la otra. Tanto fue así, que en este tiempo estrellaron un balón al para por tercera vez. Sin embargo, en el tiempo de descuento, Yura Movsisyan puso el broche de oro a la noche de su equipo, consiguiendo un cuarto tanto que cerraba la goleada.