Los Red Bulls parecen haber renacido en las últimas semanas y esto le ha permitido llegar a la post temporada en el momento más dulce. Esto le ha permitido llevarse una victoria en la Knockout Round ante un Chicago Fire que volvía los PlayOff´s y pagó la inexperiencia. Desde el inicio del partido los ‘taurinos’ dejaron claras sus intenciones con dos goles en apenas diez minutos que pusieron de cara la eliminatoria. A pesar de que el Fire intentó dar la vuelta al resultado, les fue imposible superar a un rival intratable. En la segunda mitad continuaron buscando el gol que les diese las posibilidades de clasificar, pero el guardameta visitante salvó a su equipo en varias ocasiones. En los últimos minutos del partido, los visitantes consiguieron dos tantos que cerraron la goleada.

Inicio fulgurante

La importancia del partido quedó clara desde que el árbitro señalase el inicio del mismo. Los equipos no se guardaron nada y buscaron al portería de su rival para tratar de tomar ventaja en el marcador.

En este intercambio de golpes, el conjunto visitante fue el que estuvo más acertado. Los Red Bulls aprovecharon varios despistes en la defensa local y Perrinelle asistió a Wright Phillips con un pase por encima de varios jugadores. El delantero inglés se quedó solo ante el guardameta al que superó con un regate y anotó a portería vacía.

Este tanto dejó muy tocado al conjunto del Chicago Fire, que vio como sus esperanzas de seguir en PlayOff´s comenzaban a tambalearse a las primeras de cambio. Bajaron los brazos y esto permitió de nuevo a los neoyorkinos a superar a la débil defensa del Fire. Fue con una acción por banda derecha en la que Adams centró el balón al interior del área pequeña, y en la que apareció Kljestan apreció para sólo tener que empujar a gol.

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Esta desventaja obligo a Chicago Fire a tener que llevar el peso del juego y a buscar la portería rival. Durante muchos minutos mantuvo el control de la pelota aunque sus acciones no obtenían la profundidad necesaria crear ocasiones manifiestas de gol. Todas sus acciones finalizaban con disparos alejados de la portería.

En cambio los neoyorkinos se encontraban muy cómodos con este planteamiento, ya que su peligrosidad era mayor cuando conseguían recuperar el balón y salir a la contra, aprovechando los espacios. Esto permitió a Wright-Phillips generarse varias ocasiones en las que no estuvo acertado para definir con éxito.

Con el paso de los minutos el centro del campo en ambos equipos pasó a ser protagonista con constantes cambios en la posesión del balón. Las llegadas se quedaron de lado, lo que empezó a poner nervioso a los locales.

Sin embargo, en los últimos minutos, el Chicago Fire aumentó la intensidad de su juego en pos de buscar un gol que les permitiese recortar distancias antes del descanso y plantear una posible remontada en los segundos 45 minutos. Pero el acierto no estuvo de su lado y se llegó al final con la ventaja de dos goles a favor de los visitantes.

Inteligencia visitante

El Chicago Fire salió revolucionado en la segunda mitad, imprimiéndole un ritmo muy alto a su juego, lo que generó que los visitantes permaneciesen en su propio campo sin apenas salidas. En esos primeros minutos, las ocasiones que no consiguieron en la primera mitad, llegaron de manera consecutiva. La más clara fue un remate de McCarty que Robles consiguió atajar.

En este período el portero neoyorkino se convirtió en el héroe de su equipo, consiguiendo atajar muchas de las ocasiones que se generaron sobre su meta. Fueron tres o cuatro acciones con las que los locales estuvieron a punto de haber incluso igualado el marcador.

Pasaron los minutos y con ellos fue desapareciendo la intensidad del juego visitante, en pos de un New York Red Bulls que tras superar esta presión, empezó a tener mayor control de la pelota en el centro del campo. Esto trastocó los planes de los locales que veían como sus opciones de clasificar estaban siendo cada vez más lejanas.

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Mediada la segunda parte el partido quedó prácticamente resuelto. Una acción a la contra, aprovechando la mala basculación del Fire los Red Bulls lograron anotar un tercer gol que ponía la clasificación casi en la mano. Royer abrió el balón a banda tras conducir por el carril central, y una vez dentro del área recibió el balón. Con un magnifico movimiento se quedó de media vuelta, se deshizo de su marcador y encaró al portero para superarlo.

Los locales hicieron entonces una serie de cambios en el equipo con los que buscaron revertir la situación y acercarse en el marcador con más jugadores de ataque. Esto les permitió tener de nuevo llegadas de peligro, pero todas las ocasiones carecieron del peligro necesario para anotar.

El final del partido se acercaba y con los locales completamente volcados al ataque, de nuevo una contra permitió a los neoyorkinos poner el broche de oro a la eliminatoria. Gonzalo Verón recibió un balón al espacio y con sólo el portero entre él y el gol, lo encaró y superó con una vaselina que cerraba la goleada.

Esta victoria concedió el pase a las semifinales de conferencia al New York Red Bulls, que se enfrentará al Toronto FC a partir de este fin de semana.

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.