La ida de esta final de Conferencia Este, quedó marcada claramente por el objetivo de dejar todo visto para sentencia en el siguiente partido. La ausencia de los dos delanteros más importantes de los canadienses, dejó al equipo muy tocado en ataque, que buscó mantener el resultado para decidir la eliminatoria en su estadio. Los locales, a pesar de haber intentado tomar ventaja para la vuelta, no fue capaz de superar a su rival.

La utopía del gol

El inicio del partido fue un pequeño resumen de lo que se vería a lo largo de los primeros 45 minutos, en el que dos equipos parecían no querer decantar la eliminatoria de un lado o del otro. Tras un período en el que ninguno de los dos equipos consiguió acercarse a las inmediaciones del área, los visitantes lograron colocar un centro, pero fue despejado por la defensa rival.

Este primer acercamiento despertó al Columbus Crew que aprovechando el factor campo, empezó a tener mayor control de la pelota frente a un rival que sin referencias en el ataque, se encontraba algo perdido. Esto se debió a la presencia de Ricketts en el ataque, ya que Osorio estaba más incrustado en la línea de medios que en el ataque.

Higuaín comenzó entonces a guiar a los suyos, creando varias llegadas de peligro, pero que la defensa canadiense no tuvo problemas en resolver. Todas las acciones finalizaron con un disparo desde fuera del área, a causa de la acumulación de defensas visitantes cerca de esta. La más peligrosa fue una jugada del argentino que disparó tras encarar portería, pero este se marchó ligeramente fuera.

@TorontoFC

La respuesta por parte de Toronto FC no se hizo esperar y mediada la primera mitad, Víctor Vázquez dio el primer aviso. Fue en un libre directo que superó la barrera por un lado, y estrelló el balón en el lateral de la portería, con un Steffen que lo siguió con la mirada.

La eliminatoria siguió muy igualada, con mucho juego en el centro del campo y con las ocasiones llegando a cuentagotas. Los dos equipos lograban pisar el área rival en escasas ocasiones, pero el miedo a recibir un gol en una contra o en un error, hizo que apenas quisiesen arriesgar.

Con el paso de los minutos y el acercamiento al descanso, los canadienses fueron poco a poco perdiendo importancia en el partido y alejándose de la posibilidad de sacar un resultado positivo.

Llegó entonces el descanso y con él, los entrenadores tendrían una oportunidad de buscar un cambio en sus equipos para tratar de llevarse el primer envite de esta eliminatoria.

Poca recompensa local

La segunda mitad se convirtió en un monólogo del equipo local, desde que el colegiado señalase el inicio del partido. Ya desde que el balón comenzase a rodar, sólo se vieron llegadas sobre la portería canadiense. La primera de ellas fue un disparo de Kamara que con el portero batido, sacó Moor bajo palos.

El Toronto FC estaba convirtiéndose poco a poco en un convidado de piedra en un partido en el que estaba siendo superado en todos los aspectos, aunque consiguieron mantener por el momento su portería a cero. Esta circunstancia provocó que sus llegadas a portería fueran siendo cada vez más escasas, hasta dejarles sin realizar ningún disparo bajo los tres palos.

El Columbus Crew continuó sumando llegadas de peligro, pero en ninguna de ellas tuvo el acierto de mandar el balón al interior de la portería canadiense. La efectividad de sus delanteros escaseó en el que podría ser el partido más importante de la temporada. Ejemplo de ello fue la acción más clara en la que Kamara se quedó a pocos centímetros de haber empujado el balón a portería, cuando tenía todo de cara para conseguirlo.

@ColumbusCrewSC

Esto provocó que el entrenador visitante comenzase a realizar cambios en el once inicial, dando entrada a varios jugadores de corte defensivo, con la necesidad de acumular efectivos en esta zona del campo. De esta manera trataba de parar las constantes acometidas que el Crew realizaba sobre su portería.

En los minutos finales, los locales contaron con más ocasiones para haberse llevado el primer partido de esta vibrante eliminatoria, pero el defensor Moor, volvió a sacar de nuevo un balón que parecía ir a gol. El Crew no se lo podía creer, la cantidad de ocasiones desperdiciadas ante un rival muy peligroso y totalmente entregado.

La última ocasión llegó por parte de Harrison Afful, que al igual que en New York, trató de hacer saltar por los aires al equipo rival con un gol en las postrimerías de partido, pero en esta ocasión no estuvo acertado. Esta circunstancia provocó que se llegase al final de los 90 minutos con un empate a cero goles y con todo por decidir en el partido de vuelta.

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.