El encuentro comenzó con dominio de balón por parte del Sporting de Lisboa, al ver la imperiosa necesidad que tenía de sacar la victoria del estadio del Oporto, que se mantenía replegado en su campo desde los primeros minutos de juego a la espera de recuperar el cuero para poder imponer un dominio sólido moviéndolo, aunque a pesar de las posesiones locales, los de Jorge Jesús seguían centrados en su objetivo de buscar un primer gol tempranero con el que poder amasar mejor a un rival que estaba teniendo algunos problemas a la hora de replegarse tras una pérdida, pues el retroceso de algunos de los jugadores de ataque estaba siendo anómalo.

Después de unos minutos, el conjunto lisboeta siguió controlando el partido aunque no estaba consiguiendo mantener la pelota cerca de la frontal del área contraria, a causa de las múltiples imprecisiones que estaba cometiendo en la entrega del balón. Los visitantes que estaban formando con un 4-3-3, estaban teniendo muy poca solidez por la banda izquierda tanto en ataque como en defensa, pues cada vez que un centrocampista entraba en contacto con el balón, el centro del campo tenía una tendencia de escorarse hacia la banda derecha.

Dominio inicial de los visitantes compensado con un gol

Después de los primero minutos de juego, el encuentro siguió sobre la misma línea de juego, con dominio de un equipo verdiblanco sin precisión en la entrega, y sin mucho acierto en los pocos remates que había realizado hasta ese momento, mientras que el conjunto blanquiazul se mantenía replegado en la frontal del área, a pesar de que no estaba cerrando del todo bien las bandas. El 0-1 llegó por medio de Slimani que remató en boca de gol, un centro desde la banda derecha, tras una gran jugada colectiva y un centro raso de Joao Mario. Tras el gol, el equipo de José Peseiro trató de retomar el dominio del partido, con circulaciones del esférico más o menos veloces, pero se estaba topando con rival muy bien plantado que estaba consiguiendo recuperar con una relativa facilidad, y que estaba manteniendo la redonda a base de realizar posesiones largas. 

El 1-1 llegó por medio de Hector Herrera que batió a Rui Patricio desde los once metros, tras un penalti dudoso de Coates sobre Brahimi. Tras el tanto del empate, el equipo de Jorge Jesus perdió el control de la situación, y el equipo local empezó a recuperar el balón, y consiguió encontrar a sus jugadores de ataque con mucha más facilidad en las salidas en transición rapida. Después de unos minutos, el Sporting consiguió frenar el ímpetu ofensivo de los locales, a base de mover la pelota, y gracias a ello, se volvió a hacer con el encuentro, dominándolo con mucha parsimonia, y domando al rival con crculaciones lentas del esférico. Después de recuperar el control, el equipo de Jorge Jesús se adelantó de nuevo en el marcador de la mano de Slimani que remató de cabeza en el punto de penalti, un centro de Bryan Ruiz desde la banda izquierda.

Repliegue lisboeta, que se dedicó a frenar el encuentro

El segundo tiempo comenzó con dominio de balón por parte del cuadro que iba por debajo en el marcador, que estaba intentando encontrar espacios con tramos de posesión larga, y con una circulación medianamente rápida para crear desequilibrio en el juego. Mientras tanto, el equipo lisboeta se mantenía replegado en su campo, y estaba optando por salir al contraataque en busca de Slimani para sentenciar el encuentro. El ritmo de intensidad estaba siendo algo bajo, y el equipo de José Peseiro estaba teniendo más dificultades para imponerse con el cuero controlado, pues los visitantes estaban adelantando las líneas de presión, y estaban empezando a entorpecer su juego, y a frenar el enfrentamiento para ganar tiempo. 

Después de unos minutos, el conjunto de Jorge Jesus recuperó algo de la posesión del balón, y tuvo un mayor dominio en terreno de juego del contrincante, en el que trató de dormir el encuentro a base de mover  el cuero en el último tercio de campo, frente a un rival que se mantenía agrupado en campo propio, y que trataba de coger aire para afrontar el último tramo del encuentro, desde una posición de equipo dominador en busca del empate para salvoguardar el honor, ante un equipo que se jugaba mantenerse en la pelea por el título liguero. Tras unos minutos, el encuentro cogió la postura del dominio alterno, y el Oporto volvió a la carga teniendo más esférico y buscando el empate con jugadas a balón parado, mientras que el segundo clasificado estaba optando por jugar más al contraataque a lo largo de este segundo acto.

En el último cuarto de hora de juego del encuentro, el partido bajó en intensidad, y en algunas fases se limitó a los tramos de posesiones largas de los dos conjuntos, lo que le estaba viniendo bastante bien al Sporting Club de Portugal, que estaba consiguiendo frenar el juego, en un tramo en el que los centrocampistas visitantes apenas estaban teniendo protagonismo más allá de los tramos de posesión larga, pues se estaban ofreciendo menos en este tramo de protagonismo para los jugadores veloces. El 1-3 llegó por medio de Bruno César que superó a Casillas en el mano a mano con un remate, que el arquero de Móstoles fue incapaz de blocar. Los últimos segundos del encuentro, fueron de repliegue definitivo por parte del conjunto de Jorge Jesus que veía como se mantenía en la pelea por el título, con una victoria trascendental.