Las Águilas de Rui Vitória parecen no tener rival y este día viernes se despacharon de Arouca con un contundente 3-0, a pesar de haber sufrido la expulsión de su arquero Ederson sobre el final de la primera parte. Mitroglou, en dos ocasiones, y Carrillo le dieron los tres puntos a Benfica que, de esta manera, gracias a una nueva apabullante nueva actuación, sigue en lo más alto de la tabla de posiciones.
La primera parte comenzó como era de esperar, con un conjunto de Benfica protagonista, dominador del juego y muy punzante en cada ataque –algo a lo que el equipo de Rui Vitória nos tiene muy acostumbrados-. Mientras, por el lado de los de Lito Vidigal, quien dirigió su último partido como entrenador de Arouca -su destino será el Maccabi Tel Aviv- se vio a un equipo replegado en campo propio, que por momentos formó con dos líneas de cinco bien marcadas a la hora de defender –salió al campo de juego con un 4-1-4-1- y que apostó principalmente por los balones largos en búsqueda de su única referencia en ataque, Tomané, quien por momentos fue acompañado por las subidas de Mateus y Kuka.
Las primeras chances no tardaron en llegar al estadio da Luz. Los primeros en aproximarse fueron los benfiquistas de la mano de Pizzi –que cuajó un gran partido- luego de una gran jugada, pero su remate se fue a poco del arco visitante. Posteriormente, llegó gracias a Fejsa con un remate desde fuera del área que fue controlado por Bolat. Sin embargo, a pesar de la actitud apabullante, las Águilas no se mostraron muy sólidas defensivamente y el primer llamado de atención llegó debido a una desatención en el fondo, pero afortunadamente Ederson estuvo atento y le negó el gol a Tomané.
Luego de aquella llegada Benfica volvió a mostrar su fortaleza y tuvo tres chances de gol muy claras con Jonas, luego con Živković, a quien el poste le negó la apertura del marcador y luego con Mitroglou, a quien le anularon la anotación. Pero el primer gol no tardó en llegar y a los 25 minutos el griego volvió a tener una oportunidad, y esta vez no perdonó, recibió un gran centro de Jonas y con un potente cabezazo puso el 1-0 benfiquista. Diez minutos más tarde Mitroglou volvió a quedar de cara al gol luego de una gran trepada de Eliseu, y nuevamente no perdonó y colocó el 2-0 para las Águilas.
Todo indicaba que sería una actuación sin sobresaltos para los locales. Sin embargo, a los 42 minutos Ederson salió a cortar un avance de Arouca y derribó con un planchazo a Mateus. El árbitro, Manuel Mota –con la ayuda de sus asistentes-, expulsó al arquero y dejó con diez hombres a Benfica. Lamentablemente fue el griego Mitroglou quien pagó las consecuencias y tuvo que dejar su lugar para que ingresara Julio César a defender la portería.
Desde un comienzo todo indicaba que la segunda etapa sería más dura para el conjunto de Rui Vitoria, pero no fue así. Las Águilas salieron a por todo, sabiendo que un gol más les daría la tranquilidad que el hombre de menos les había quitado, y a los 49 minutos de esta segunda parte Carrillo, luego de un excelente contragolpe, definió de gran manera por encima del arquero Bolat, poniendo el 3-0 a favor de los Benfica y liquidando tempranamente toda ilusión de Arouca.
Luego del tercer tanto el partido fue solo un trámite. Arouca tuvo la posibilidad de descontar en un par de ocasiones pero se topó con Julio César o con la mal puntería. Benfica pudo aumentar la diferencia, pero la distancia de tres goles le permitió cerrar el partido y poner su cabeza en el choque de este día martes ante Borussia Dortmund por la ida de los octavos de final de la Champions League. Además, con la victoria conseguida ante los arouquenses, las Águilas se aseguraron seguir en lo más alto de la tabla de posiciones con 51 puntos, a cuatro de su perseguidor, FC Porto.
