Portugal dejó claro desde el principio que no iba a especular ni permitir que Suiza se escapara a seis puntos y casi renunciar a la primera plaza del grupo. A equipa das Quinas salió desde el pitido inicial con el único objetivo de la victoria y reducir a tres los puntos de distancia con la cabeza de la clasificación. Dominó sin paliativos a una Hungría que llegaba con el aliciente de conseguir la segunda posición del grupo pero que se presentó en Lisboa con la única idea de defender el cero a cero inicial hasta sus últimas consecuencias. Muy pobres los húngaros.
A por la victoria sin dudar
Con el control del balón y del juego desde el inicio, Portugal se fue soltando poco a poco e intentó superar, sin prisa pero sin pausa, la poblada defensa de una Hungría que, quizá sintiéndose inferior a la campeona europea, renunció descaradamente al ataque convirtiendo a Rui Patricio en espectador privilegiado del partido. Buscó el gol con llegadas continuas, ora mas claras, ora menos, con Guerreiro y Cédric muy activos e incisivos en ambas bandas, Quaresma que encaraba defensas e intentaba conectar con los de arriba y con un Cristiano Ronaldo que intentaba jugar entre líneas y rematar a gol todo lo que le pasaba cerca. Aunque no había ocasiones manifiestamente claras y los defensas magiares no sufrían un dominio asfixiante, se jugaba muy cerca de la portería de Gulasci, y la lógica suele dictar que esa cercanía casi siempre acaba siendo sinónimo de gol. Gol que llegaría pasada la media hora de juego. Ronaldo abre a la izquierda a la entrada de Guerrerio que centra raso al segundo palo donde André Silva empuja a la red. El delantero portista volvió a responder a la confianza de Fernando Santos con gol, el quinto en seis encuentros.
Hungría acusó el golpe y Portugal aprovechó para meter otra velocidad y decantar el partido antes del intermedio. Así llegó el segundo, cinco minutos después, en otra gran jugada de los hombres de Fernando Santos. Pelota en largo de Pepe a Silva que cede al primer toque de tacón a Ronaldo que, viniendo desde atrás, golpea raso superando al portero. Golazo y dos a cero para los locales . El partido llegaría al medio tiempo con una justísima ventaja a favor de Portugal, que se marchó a al vestuario prácticamente con la victoria en el bolsillo. Mucho tendría que cambiar en el segundo tiempo para que no fuera así.
Hungría no tuvo opciones
Y como era de suponer, las cosas no cambiaron sustancialmente en el segundo tiempo. Hungría se dejó ver en ataque de manera más testimonial que efectiva, mientras Portugal controlaba el choque y evitaba cometer fallos que dieran oxígeno a los magiares, buscando el gol con la tranquilidad y la falta de urgencia que le daban los dos goles del primer acto, a la par que el reloj corría hacia el minuto noventa y los casi sesenta mil presentes en el estadio del Benfica hacían de la grada una fiesta disfrutando con la victoria de su selección. Portugal pudo aumentar la ventaja por medio de Quaresma , Joao Mario o Bernardo Silva, ya al fina del partido, pero fue el capitán, el mejor de su equipo hoy, el único que consiguió llevar el balón a las redes una vez más. Falta directa desde el vértice izquierdo del área que Cristiano pone lejos de las manos de Gulacsi para alcanzar la cifra de 70 goles en 137 partidos y seguir haciendo historia.
El máximo goleador de siempre con la camiseta de Portugal ponía el broche de oro a uno de sus partidos más completos con la selección en los últimos tiempos. Fue el alma del equipo, liderando a sus compañeros a la victoria y dejando vislumbrar un entendimiento con André Silva que sin duda traerá muchas alegrías en el futuro. A Seleçao es segunda del grupo B, a tres puntos del primer puesto, Suiza, y con cinco de ventaja sobre el tercero, la propia Hungría. Y con todas sus opciones intactas, dependiendo de sí misma.