El FC Porto  emitió un comunicado oficial en su página web en el que alerta de un posible problema de seguridad en el clásico, basándose en una información publicada por el diario Jornal de Notícias. Según ha publicado dicho diario, los aficionados más radicales del Porto,  los SuperDragões, han adquirido cerca de 1700 entradas de forma ilícita para el clásico portugués. Estas entradas en principio, estarían destinadas para aficionados benfiquistas, por lo que las localidades se situarían fuera de la zona de seguridad reservada para los seguidores  visitantes. De esta manera, las 1700 entradas se sumarían a las 3250 ya vendidas por el FC Porto que fueron obtenidas de su rival lisboeta,  con lo que se elevaría  en torno a 5000 el número de aficionados portistas presentes  en Da Luz.

Miguel Pereiro/ Global
Superdragoes Foto Miguel Pereiro/ Global

En el referido comunicado, el club presidido por Pinto da Costa alerta de "la inminencia de graves problemas de seguridad si el organizador del partido y las autoridades policiales no preparasen debidamente la llegada y el acomodo de los aficionados. Todos los aficionados con entradas e invitaciones tendrán acceso al partido, excepto aquellos que se presenten con entradas de socios del Benfica a quienes podrá ser vetada la entrada. A aquellos que tengan un billete de ingreso válido les tendrá que ser permitida la entrada, siendo probable que la policía, invocando naturales razones de seguridad, los dirija para el sector visitante"

El comunicado prosigue explicando la preocupación del club por la seguridad de sus aficionados en la limitada zona destinada para ellos en el estadio:

"Como todos saben, las 3250 localidades del sector visitante serán integramente ocupadas por aficionados del FC Porto, no existiendo más sitio para los que eventualmente sean dirigidos hacia allí, pudiendo resultar un problema de exceso de aforo, con todos los peligros que la situación acarrea. El FC Porto alerta a las autoridades de los riesgos y pide que , desde ya, se estudie la necesidad de aumentar el sector visitante"

Por su parte, el club lisboeta reaccionó comunicando con la agencia de noticias Lusa, remitiéndose a la historia y declarándose perfectamente capaz de solucionar cualquier problema que pudiera surgir:

"El Benfica está completamente tranquilo y seguro con el ejemplo de  lo que ha pasado en los grandes partidos y clásicos realizados en los últimos años en el Estadio da Luz. Las fuerzas de seguridad junto con los organizadores del partido están preparados para que todo transcurra con la normalidad necesaria y sabrán actuar en las situaciones que surjan al respecto de entradas falsas o adquiridas de forma ilegal"

Las declaraciones a Lusa del club encarnado fueron más allá, acusando al club portista de una falsa preocupación en lo relativo a las 1700 entradas "desviadas" hacia Porto:

"En cuanto a la supuesta existencia de entradas adquiridas ilegalmente, el Benfica no puede dejar de evidenciar  que después de asistir a lo largo de un mes, a la promoción e incitación por parte del líder de los ultras del FC Porto a la obtención de entradas de forma ilegal junto a los sectores  reservados a asociados y patrocinadores del Benfica, no deja de ser irónico la preoucupación de última hora del FC Porto con las questiones de seguridad"

En cualquier caso, cierta o no la existencia de las entradas, real o fingida la preocupación portista, acertada o no la respuesta benfiquista, el clásico del fútbol portugués ya se ha empezado a jugar en la prensa y los despachos.