El Milan ha pasado página en el capítulo de Álvaro Morata. El club italiano no está dispuesto a desembolsar los 70 millones de euros que pide el Real Madrid por el punta español, una operación que le ha obligado a centrarse en otros frentes. Esta vez, el pretendido es André Silva, otra negociación costosa pero donde el talonario procedente del nuevo Milan de Li Yonghong cubriría a la perfección. Se convertiría en el cuarto refuerzo de la escuadra milanista, después de Mateo Musacchio, Franck Kessié y Ricardo Rodríguez. 

El pasado verano, el FC Porto renovó a André Silva, prolongando su contrato hasta 2021 y aumentando su cláusula de rescisión: de 25 millones de euros a 60. 

El Milan estaría dispuesto a efectuar su cláusula, por lo que el jugador está en tierras italianas para pasar el reconocimiento médico y posteriormente, fichar. 

Mejoría deportiva

El equipo luso finalizó la temporada como el segundo clasificado en la Liga NOS y André Silva firmó 16 goles en 28 partidos ligueros. Sus actuaciones no han pasado desapercibida. Eso, unido a la gran proyección que se le intuye, hicieron que el Milan fijase su mirada en él para retomar el vuelo europeo. El delantero portugués no ve con malos ojos una salida al Calcio, una liga que puede abrirle diferentes puertas a equipos de primer nivel, e intentar conquistar la UEFA Europa League con los rossoneri tras una temporada en blanco con su equipo, donde en la Taça de Portugal acabó como subcampeón. 

En total, anotó 20 goles en 36 partidos. 

Ahora, con una importante cifra en las arcas del FC Porto, el equipo de Sérgio Conceiçao deberá buscar un sustituto a André Silva para que los Dragones Azules consigan los objetivos establecidos. Con la más que posible marcha de André Silva -cuestión de horas- deja como artilleros a Soares, Depoitre y Hyun-Jun Suk.