Ni Mourinho se lo quería perder. El clásico de Inglaterra, el derbi de North West, era el epicentro del enésimo ‘Super Sunday’ en la Premier League. Los focos apuntaban a Old Trafford y el brillo se lo llevó el líder de la competición. El Manchester United fue un ciclón en la primera mitad, monopolizó el esférico, coleccionó ocasiones y minimizó a un apático Liverpool que deambuló por el verde hasta que llegó el descanso.

A pesar de la exhibición local en el primer acto, el partido fue equilibrado, de mitades, y si en la primera Van Persie y el United reinaron en la segunda abdicaron en favor del Liverpool y de Sturridge. Rodgers supo corregir sus errores, quitó a Lucas, sacó al ex del Chelsea y los ‘Reds’ mejoraron. Pero ya era tarde.

Ciclón local

Con Carrick y Cleverley al mando y Kagawa flotando entre la media y la defensa el United salió a por el Liverpool. Se contagió del rugido de Old Trafford para empequeñecer a los 'Reds'. Rodgers juntó a Allen, Lucas y Gerrard en la sala de máquinas pero sus pases y presencias fueron fagocitadas por la dupla de Ferguson. Carrick, a un nivel altísimo, fue el ancla local, el futbolista que creaba las opciones que Cleverley subía y filtraba. Por fin el mánager escocés ha encontrado a dos ‘playmakers’ que tengan verdadero peso en su esquema. Y el United lo agradece.

Como un ciclón, los diablos rojos buscaron a Reina. El Liverpool colaboró al no presionar arriba y al perderse en su eterno toque. Rodgers está obsesionado con sacar el esférico pase a pase, cueste lo que cueste, y sea donde sea, y eso puso en aprietos a su defensa. Agger y Skrtel perdían balones, Gerrard, Allen y Suárez no veían el esférico y Johnson era el único que ponía algo de intención ofensiva. Downing no tocó un esférico en todo el partido.

Van Persie anotó su decimoséptimo tanto en lo que va de Premier League

Para entonces Van Persie ya volvía loco a Agger, fallaba ocasiones, mientras Kagawa se movía por todo el ataque combinando y filtrando peligro. De esos pases, de los movimientos de Welbeck y las subidas de Cleverley surgió el primer tanto. La tocaron Young, Kagawa y los dos internacionales ingleses con rapidez. El esférico, tras pases y mareos para los defensas, terminó en Evra que se la puso a Van Persie para que rematara con precisión su decimoséptimo tanto.

El United tenía la ventaja, tenía el esférico y las ocasiones. Monopolizaba el peligro y la posesión mientras el Liverpool naufragaba en su mar de pases insulsos. Welbeck, muy participativo, tuvo sus ocasiones pero no encontró el gol. No es Chicharito.

Cleverley buscó la escuadra de volea pero no acertó y Van Persie, después de que Rafael pillara la espalda a Glen Johnson, tuvo de tacón su obra más efectiva y bella pero Skrtel la borró cuando rozaba la línea de gol.

Van Persie y el United tenían los focos mientras que a De Gea solo le enfocaron las cámaras tras un pelotazo de Suárez. El Liverpool se derrumbaba mientras Reina se dolía en un descuento eterno.

Cambio visitante

En el vestuario, Rodgers borró su pizarra, modificó sus órdenes y cambió sus armas. Quitó al desaparecido Lucas, retrasó a Gerrard y acompañó a Suárez con Sturridge. La metamorfosis ‘Red’ sorprendió a un United en el que Young se quedó en la ducha lesionado.

Poco a poco se fueron echando atrás los diablos rojos mientras el Liverpool empezaba a justificar sus pases y su posesión. Suárez se libró del marcaje de Vidic, del corsé del referente, y comenzó a regalar pases y regates. Uno de sus envíos encontró a Wisdom pero el canterano mandó a la grada su pedazo de gloria.

El Liverpool parecía acercarse al gol cuando recibió el golpe, casi, definitivo. Evra encontró a Welbeck y el inglés fue derribado por Skrtel. Falta que Van Persie botó con una rosca mortal que encontró, sin oposición, al lateral francés y a Vidic. Cabeceó Evra, tocó el capitán, y el United se ponía con dos goles de ventaja. Quinto gol de Evra de la temporada y tercero de cabeza.

El United no ha perdido un partido con Ferguson cuando ha llegado ganando al descanso

Parecía que el partido terminaría en siesta cuando en la siguiente jugada Gerrard desenterró su eterno coraje, robó un balón al borde del área y dibujó uno de sus vetustos y efectivos disparos. De Gea lo despejó como pudo y Sturridge convirtió en esperanza su rechace.

Faltaban muchos minutos y el Liverpool se fue arriba. Se inquietó Old Trafford, entró Borini y Sturridge y Suárez comenzaron a triangular y a amenazar. Lo probó Sturridge en tres ocasiones pero sus tiros se encontraron con el lateral de la red de De Gea. Borini buscó la escuadra visitante y las melés y los toques dentro del área del United se convirtieron en parte del ecosistema del clásico en el epílogo.

El asedio acogotó al United pero no lo acobardó. Ferguson y sus futbolistas son maestros sobre el alambre y el Liverpool se perdió en su solvencia. Con el mánager escocés los ‘Red Devils’ no han perdido ni un partido cuando han ido ganando al descanso. Es la esencia de Old Trafford, un desafio demasiado grande para este Liverpool en el que los resultados no ligan con su juego. La última decepción ‘Red’ y la enésima victoria de Van Persie y el United. Siguen sumando los diablos rojos…

Fotografía: Van Persie celebra su tanto. Fuente: Andrew Yates/AFP/Getty Images

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