Volvía la Premier a The Boleyn Ground y lo hizo por la puerta grande, igual que el año pasado. En la jornada primera de la anterior temporada, el West Ham daba buena cuenta del Aston Villa y este año se repitió la historia pero con un gol más en su haber. El Cardiff, en el que debutaron Medel y Caulker, no supo cómo acometer el choque y al final se arrepintió. Sólo dos arranques al final de cada parte pusieron algo nerviosos a los de casa. Nada más.

Errores típicos del principio

Como cada año, a los equipos les cuesta empezar a rodar con normalidad y el partido de hoy no fue distinto. Muchos errores en el centro del campo fue la dinámica más repetida durante la primera parte y eso que los contendientes lo intentaban. La dupla Diamé-Noble no funcionaba como suele acostumbrar y lo mismo pasaba con Gunnarsson y Medel. De ahí que el juego se fuese convirtiendo en más directo de lo habitual. Con el fin de evitar pérdidas que pudiesen causar daños difícilmente reparables.

En una jugada en el medio del campo en la que Diamé pierde la posesión del esférico llegó el primer gol de la tarde. El senegalés pierde la pelota pero sigue trabajando hasta que la recupera gracias un error del rival. El número 21, una vez vuelve a ser el dueño del balón, lo manda en profundidad por la banda izquierda hacia Jarvis para que este haga de las suyas y ponga una delicia de balón al corazón del área. Dicho centro llega a pies de Joe Cole que controla, se da la vuelta rápidamente y pone el balón ajustado al palo izquierdo de Marshall.

El gol animó el partido

Uno a cero. El West Ham ya podía jugar más tranquilo y así fue. Gracias al gol y a la aparición de Diamé (con el centro del campo del West Ham funciona), los locales se fueron haciendo dueños del partido sin que el Cardiff mostrase señales de recuperación. Una clara ocasión de Joe Cole, que no supo resolver solo ante el guardameta rival, y un disparo de Diamé que se marchó por escasos centímetros dejaban claro quién mandaba. Sólo en los últimos cinco minutos antes del descanso pareció despertar el Cardiff pero fue un mero espejismo.

Soporífera segunda parte

A pesar de acabar apretando en la primera parte, el Cardiff no supo mantener el ritmo y la segunda parte se convirtió en un somnífero ideal para cualquier persona del planeta. Poco del West Ham pero nada del Cardiff. Los de casa optaron por cerrar atrás, asegurar su portería y cedieron el balón a unos galeses que no supieron qué hacer con él. La táctica de Allardyce estaba saliendo bien porque, además, su equipo apenas sufría.

Hasta la entrada de Downing en las filas locales, lo mejor de la segunda parte fue un disparo cruzado de Maïga al que Nolan no llegó por poco. El nuevo extremo zurdo del West Ham, Stewart Downing, entró en el minuto 71 y aportó algo de frescura al contragolpe de su equipo. Varias internadas suyas acercaron al West Ham al segundo gol pero fue Nolan, en el minuto 76, el que marcó el definitivo tras una gran jugada de Mark Noble.

Fue entonces cuando el partido quedó visto para sentencia y cuando se sucedieron los cambios en uno y otro equipo. El tiempo corría y cualquiera podía ver que el signo del partido no iba a cambiar pero a pesar de ello, Maynard y Whittingham gozaron de dos buenas ocasiones que no supieron materializar. Tendrán que hacerlo de aquí en adelante.