El Tottenham está gafado. Demasiado, quizá. De nuevo en la UEFA Europa League. De nuevo en Wembley. De nuevo eliminado en una competición europea a las primeras de cambio. Parece ser que el mayor escenario futbolístico de Inglaterra no ha firmado su alianza con el conjunto "Spur". El Gent llegó, se plantó, ascendió a campo contrario dos veces y anotó dos goles. No hizo más y no le hizo falta más. Cuando juegas contra un equipo con mala suerte, es lo que tiene.

Y eso que Mauricio Pochettino sacó todo su arsenal habido y por haber. Defensa de tres atrás, Walker y Davies en los laterales, doble pivote para la pareja Wanyama-Dembélé y trío ofensivo "top" con Eriksen, Alli y Harry Kane. Once de gala y gol nada más comenzar el encuentro que volvería loco al respetable allí presente. Pase largo (de los pocos que suele hacer) de Alderweireld a la espalda de la defensa belga para que Erikse, ni él mismo sabe cómo, controlase el balón y se plantase solo delante de la portería de Kalinic. Disparo por debajo de las piernas y gol. 1-0.

Eriksen celebrando su gol. Foto: UEFA
Eriksen celebrando su gol. Foto: UEFA

El Tottenham se había metido con  en la eliminatoria con tan solo diez minutos disputados.Y los jugadores lo sabían. Era la noche perfecta para reafirmar su candidatura al torneo europeo y varios de sus integrantes se dedicaron a confirmarlo. Porque Dembélé abarcó campo, jugó, creó y se disfrazó de pulpo en el verde para no perder ni una pelota. Eriksen mantuvo el nivel que ha ofrecido durante toda la temporada (brillante), Walker recorrió la línea de cal las veces que le dio la gana, y Vertonghen maravilló con sus conducciones desde la defensa.

Pero llegó el momento. Ese momento que se repitió en los partidos de casa en la Champions League, y ese momento que los aficionados "spurs", indirectamente, sabían que se repitiría. Córner botado por el Gent, cabezazo de Esiti al primer palo, y Harry Kane, acostumbrado a marcar en la portería contraria, introdujo el esférico en su propio arco. El delantero inglés no tuvo su noche y no solo por el gol en propia. Fue el fiel reflejo de su escuadra. Por derecha, por izquierda, recibiendo de espaldas, al espacio. Hizo todo bien, menos rematar la jugada. El Tottenham ha hecho todo bien, menos su participación en las competiciones europeas, y por eso está fuera.

Wanyama. Foto: UEFA
Wanyama. Foto: UEFA

Para añadir más fuego al asunto, Alli vio la roja por una entrada durísima que le costó la roja más clara jamás vista en la Europa League. Un hecho que, contra todo pronóstico, aumentó la presión y el ritmo de los londinenses en la segunda parte y que obtuvo como consecuencia la recompensa de un nuevo gol. La entrada de Son por Ben Davies en el carril izquierdo generó superioridad por esa banda, y el gol de Wanyama, golazo por cierto, activaría la esperanza de Wembley entera. 

El acoso era real. Acción tras acción y monólogo tras monólogo que tenían al portero del Gent entre palo y palo. Pochettino colocó a Winks como director de orquesta para culminar la remontada, pero volvió a llegar el momento. Miedo. Internada de Coulibaly por dentro de la zaga "spur", pase que rebota en Dier, y Perbert, que pasaba por ahí, puso el pie para colocar el 2-2 en el marcador y cerrar la eliminación de los ingleses.

Kane no tuvo su noche. Foto: UEFA
Kane no tuvo su noche. Foto: UEFA

Adiós al título y adiós al crédito ante los ojos del viejo continente. Lo que pasa al Tottenham fuera de Inglaterra es difícil de explicar, por lo que habrá que esperar a la campaña que viene, si se clasifica claro está, para volver a medir su nivel en Europa. Por ahora no lo ha tenido, mas calidad tienen. Sin duda.

 

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