Tras la victoria frente al Burnley en Turf Moor, Pulys se convertía en el entrenador del WBA que lograba conseguir un inicio perfecto en la Premier desde Big Ron en 1978. Pero su primera respuesta en zona mixta demostró que para él no tiene ninguna importancia. Lo utilizó como un arma para exigir fichajes: “Si lo que queremos es traer a algunos buenos jugadores, ahora podemos hacerlo, eso es lo más importante” refiriéndose a los buenos partidos que está realizando el equipo en la Premier.

Tony Pulis alabó el trabajo de su equipo por dejar la portería a cero de nuevo y por aguantar el resultado tras la expulsión del único goleador del partido Hal Robson-Kanu en el minuto 83. “Los diez últimos minutos sin él (Robson-Kanu) se nos ha hecho tan largo como una hora” definía así el sufrimiento el entrenador galés.  “Tras la expulsión el Burnley lo hizo muy bien y nos tuvieron entre las cuerdas. Tuvimos entonces que defender nuestras vidas y nos costó mucho trabajo pero lo conseguimos”. Añadió el preparador principal de los Buggies.

Gol de Hal Robson-Kanu | Getty Images

No escatimó en halagos hacia sus jugadores, “No puedo alabar a los jugadores lo suficiente", dijo un entrenador en jefe satisfecho después de ver a su equipo ocupar uno de los lugares más altos en la clasificación.

"Vinimos aquí con cuatro de nuestros mejores jugadores no disponibles debido a las lesiones y realmente tuvimos que trabajar duro para obtener nuestro resultado”. Apuntaba Tony Pulis. "El espíritu que estos muchachos tienen para ayudarse unos a otros y luchar unos por los demás es insuperable. Merecen un tremendo crédito". Finalizaba orgulloso de sus jugadores.

Momento de la expulsión de Robson-Kanu | Getty Imagens

No quiso entrar a valorar la expulsión del delantero y emplazó a los medios al lunes, donde en la rueda de prensa ya comentaría que le parece. Pero si defendió al internacional galés como un jugador que siempre trabaja para el conjunto.

Cuando el entrenador le preguntó que donde veía al equipo y sus opciones esta temporada tras el genial inicio, el Pulis se limitó a responder: “sabemos para qué estamos”.