Hay quienes parecen estar tocados con una varita mágica, porque siempre aparecen en los instantes más importantes. Están en el lugar indicado, en el momento justo. Hoy, al igual que en varias ocasiones, esos héroes estuvieron del lado de Chelsea y fueron nada más ni nada menos que César Azpilicueta y Michy Batshuayi.
Los de Conte llegaron al encuentro ante Watford con más dudas que certezas. Los Hornets de Marco Silva eran quien llegaba con más confianza que nunca, ya que comenzaron la jornada dentro del 'Top 4' en la tabla de posiciones, por encima de Tottenham y el propio rival de turno.
La cara feliz de los Blues
La atmósfera de las gradas en Stamford Bridge se trasladó rápidamente al campo de juego. Los primeros minutos fueron muy intensos. Tanto Chelsea y Watford tuvieron chances de gol desde el arranque, dejando en claro que sería una tarde a puro gol en la ciudad londinense.
Los Blues volcaron sus ataques por el costado derecho y fue por allí por donde llegó el primer tanto de la tarde. Luego de una rápida ejecución corta de un tiro de esquina, Hazard tomó el balón y encontró a Pedro en soledad fuera del área. El español no dudo ni un segundo y sacó un exquisito remate que se coló en ángulo derecho de la portería defendida por Gomes.
Minutos más tarde Chelsea pudo aumentar la diferencia tras un contragolpe letal armado entre Hazard y Morata. Fabregas quedó mano a mano ante el portero de Watford e intentó pinchar el balón, pero el brasilero leyó la intención de Cesc y se quedó con la redonda.
Todo hacía indicar que la jornada sería color azul. El tándem Bakayoko-Fabregas se vistió de N'Golo Kanté, suplantando la marca y el juego que brinda el volante francés cada vez que esta en cancha. Chelsea volvía a ser ese equipo sólido.
Los Hornets pinchan por duplicado
Sin embargo, sobre el final del primer tiempo esa teoría se desmoronó. Doucouré encontró un rebote en el área luego de un potente saque de manos de Kiko Femenía e igualó el marcador segundos antes del entretiempo.
En el comienzo de la segunda mitad las dudas se adueñaron de Chelsea. El gol de los Hornets caló hondo en la confianza de los de Conte y la primera en demostrarlo fue la defensa. Richarlison, la figura de Watford en lo que va del torneo, aprovechó los espacios y dejó de cara al gol a Pereyra. El argentino no perdonó y colocó el 1-2.
El conjunto de Silva se hizo dueño del encuentro. Manejó el tempo a sus gusto, pero Conte no tardó en mover su banquillo. Adentro Batshuayi y Willian, afuera Morata -de flojo partido- y Marcos Alonso. Los cambios no tardaron en responderle al entrenador italiano.
La hora de los héroes
Pedro desbordó y sacó un centro desde la derecha. Batshuayi, el de los goles importantes, apareció en el punto penalti y con un potente cabezazo igualó el marcador. El delantero belga volvió a tener dos chances luego del gol, pero allí la suerte no estuvo de su lado.
Luego de la aparición de "Batman" -nombre con el que se hace llamar Batshuayi de forma casi irónica en las redes- fue el turno de otro héroe en Chelsea, uno que no viste de capa pero que siempre cumple: César Azpilicueta. El defensor español recibió un gran centro desde la derecha de Zappacosta -había ingresado minutos antes- y con la cabeza desató la locura de los aficionados Blue a falta de sólo tres minutos.
Sin embargo, aquél no fue el último grito en 'The Bridge'. En el 95 Bakayokó cortó una salida desde el fondo de los Hornets y dejó todo servido para que Batshuayi marcara su segundo tanto de la tarde y liquidara el encuentro por 4-2 a favor de los Blues.
A pesar de las flaquezas mostradas en la parte defensiva, Chelsea (16pts) volvió a mostrar carácter ante la adversidad y dejó un imagen esperanzadora de cara al futuro, la cual Conte deberá pulir para volver a ser el de la temporada pasada. Mientras que por el lado de Watford (15pts), la derrota deja un sabor amargo, pero no empaña en absoluto el gran comienzo liguero de un conjunto que tiene todo para crecer.