Se acabó lo que se daba. El Manchester United, tras ocho jornadas invicto en la competición doméstica, sucumbió. Y lo hizo ante el recién ascendido Huddersfield del estadounidense David Wagner, un equipo teóricamente inferior a los diablos rojos.Pero ya se sabe que en esto del fútbol lo que vale es la práctica. Tras el partido, un Mourinho muy disgustado, hizo autocrítica: "Desde el primer minuto jugamos de manera mediocre. Pagamos el precio y pienso que merecidamente".

"Ganó el equipo que lo merecía"

Nadie, o muy pocos, imaginaban que iban a ser los Terriers los que pusiesen fin a la dinámica de imbatibilidad del United. Tampoco Mou: "Fue una sorpresa, claro, pero sucedió. Para mí es realmente sencillo decir que ganó el equipo que lo merecía". El técnico, además, achacó el pinchazo en el John Smith´s Stadium -que no veía una victoria del Huddersfield Town desde agosto- a la falta de actitud por parte de sus jugadores: “Cuando pierdo partidos, me gusta perderlos porque el rival fue mejor y tuvo más calidad que nosotros. Cuando pierdes un partido por la actitud, eso sí es realmente malo. Dejó mucho que desear [la actitud] y por eso nos ganaron".

Individualizar la derrota, injusto

Tras el partido y todavía en caliente, muchos medios -también la afición del United- señalaron al joven central Lindelof por su mala actuación. Y lo mismo con Juan Mata. Jose Mourinho, por su parte, no piensa lo mismo: "Considero que es realmente injusto, ya que el error fue de él [Lindelof] en el segundo gol y de  Mata en el primero, pero coincidieron con el contexto del juego. Si hubiéramos hecho un gran partido, se puede levantar un dedo acusador y decir que perdimos inmerecidamente debido a un error individual, pero hoy, ese no fue el caso", sentenció el luso.