Aparentemente desequilibrado se presenta el choque entre Tottenham y Crystal Palace en la ciudad mundial del fútbol. Los locales, terceros en la clasificación, tienen ante sí una oportunidad fantástica de recortar puntos al líder y meterle presión, mientras que los visitantes esperan no recibir una goleada como en anteriores ocasiones para, al menos, adquirir algo de optimismo aunque ocupen el último puesto de la tabla. Pero en el césped no valen precedentes ni posibles factores, por lo que cualquiera de los dos podría llevarse el gato al agua. Nada está escrito. Y menos en la Premier League.
Que siga la fiesta
Sin contar el pequeño resbalón de Old Trafford la jornada pasada, los Spurs continúan semana tras semana viviendo en un sueño de lo más apacible. Cuatro ocasiones consecutivas sin perder en Wembley ante rivales de altura ha hecho que el equipo de Mauricio Pochettino se coloque en tercer lugar, aunque lejos del impecable Manchester City, que se encuentra a ocho puntos de distancia. Objetivo complicado, aunque no imposible. La buena dinámica de este Tottenham, sobre todo en Champions League donde está arrasando, trae consigo que los jugadores crean en sí mismos y en poder hacer algo grande esta temporada.
De momento, el objetivo del fin de semana presente no es más que vencer a los vecinos azulgranas. Después de vencer a todo un Real Madrid, la moral está por las nubes, lo cual es otro factor positivo más. Sin embargo, no estarán disponibles tres piezas muy importantes en el esquema del entrenador argentino: Toby Alderweireld, Victor Wanyama y Erik Lamela, quienes aún continúan recuperándose de sus respectivas lesiones, que sigues evolucionando favorablemente pero aún no les permiten vestirse de corto. De esta manera, el habitual e impecable 3-6-1 no se verá en absoluto afectado.
Nada que perder
Las siete primeras jornadas del campeonato doméstico se convirtieron en un auténticos calvario para los Eagles: cero puntos y malísimas sensaciones, lo cual provocó un aluvión de críticas y el arranque de la concienciación sobre el más que posible descenso. Pero nunca hay que dar por muerto al Crystal Palace. Menos aún cuando Roy Hodgson está al frente. Contra todo pronóstico quince días atrás, Selhurst Park vivió una tarde de locura viendo cómo su equipo cosechaba la primera victoria de la temporada ante el majestuoso Chelsea de Antonio Conte. Sin duda, un verdadero punto de inflexión para que las dos jornadas siguientes, aunque no volviese a ganar, sirviesen de asentamiento de bases y automatismos.
Tiempo al tiempo por lo tanto. Queda muchísima Premier League por delante y puede ocurrir cualquier hecho inimaginable. Puntuar poco a poco es la meta a corto plazo de los del sur de Londres, empezando por tratar de asaltar Wembley, aunque cuatro de sus jugadores más importantes causen baja: Patrick van Aanholt, Lee Chung-Yong, Christian Benteke y Connor Wickham. Todo un reto para un experimentado míster que si logra sacar esta dura y ardua situación adelante, quedará guardado en el libro de hitos para toda la historia.
Entrenadores al habla
Mauricio Pochettino recalcó en rueda de prensa la enorme importancia que tiene este partido a la hora de acercarse a los citizens: "La forma en la que perdimos contra el Manchester United fue muy dolorosa y queremos recomponernos cuanto antes. Debemos reducir la brecha cuanto antes y este es un momento perfecto al venir de ganar frente al Real Madrid, pero tenemos que seguir trabajando duro, estar concentrados e ir a por todas este domingo".
Roy Hodgson no se mostró demasiado optimista ante los micrófonos, pero siempre es mejor ser modesto y dar la sorpresa en el momento oportuno: "Como es obvio, volver a Wembley es maravilloso, sobre todo por la enorme atmósfera que siempre se crea, pero eso no nos va a ayudar en absolutamente nada. No sabemos cuántas oportunidades vamos a tener en nuestras botas con un Tottenham que está mayúsculo. Eso es lo que verdaderamente me preocupa y deberemos solucionar".
Posibles alineaciones
