Newcastle, Leicester, Southampton, Stoke City, Everton, West Bromwich Albion y Bournemouth temporalmente están fuera de las posiciones del descenso. En mayo del próximo año tres quedarán relegados a la Championship: West Ham, Swansea y Crystal Palace no encuentran la fórmula para recuperar la confianza a largo plazo. La Premier League es una competición muy emocionante, los últimos lugares de la clasificación son muy cambiantes desde que inició el telón en agosto del presente año.
Los cisnes por tercera campaña al hilo están en peligro, en comparación con las últimas dos temporadas. El conjunto galés sufrió muchos cambios Ashley Williams, Gylfi Sigurdsson y Borja Bastón cambiaron sus destinos, los dos primeros se mudaron al Everton, mientras que el último se encuentra a préstamo en el Málaga. Paul Clement no pudo ratificar el buen cierre desde que asumió el cargo en enero, sus dirigidos fueron muy irregulares y sus opciones para quedarse en la élite del fútbol inglés son reducidas.
Crystal Palace fue de mal en peor, Frank de Boer fue nombrado como entrenador del primer equipo y tras los malos resultados fue cesado. Las águilas están en jaque y deberán mejorar muchísimo puesto que su estadía en la liga europea más competitiva corre peligro. West Ham tampoco se salva, protagonista en los últimos años, decayó notablemente su juego colectivo, los refuerzos no le dieron réditos y deberá buscar nuevos horizontes para evitar un desenlace adverso. Mientras que su colega, Slaven Bilic sufrió el mismo destino.
Hull City, Middlesbrough y Sunderland perdieron la categoría en la temporada pasada, la Premier League es impredecible y cualquiera puede ganarla y la carrera por la permanencia no será la excepción. En la penúltima campaña de la actual década, el descenso siempre tuvo momentos sorpresivos. La duodécima jornada se reanudará tras la última ventana internacional del presente año y a falta de siete para concluir la primera ronda los tres tendrán arduos retos en busca de sus respectivos objetivos deportivos.