Al ritmo del "Tiki-Taka"
El Leicester comenzaba el partido con un ritmo muy alto y en estos primeros minutos estaba complicando , y mucho, a la zaga defensiva del Manchester City. Riyad Mahrez comenzaba el encuentro con gran protagonismo, desplazándose por toda la zona de ataque y atreviéndose una y otra vez a encarar a los defensores rivales.
En el minuto seis, se produciría una de las jugadas polémicas del encuentro, cuando Vicent Komapny realizaba una entrada muy dura sobre el delantero inglés Jamie Vardy. La acción se sancionó con cartulina amarilla, no obstante, el Leicester recriminaba la decisión al árbitro, indicándole que la entrada había sido muy peligrosa para tan solo ser amarilla.
Con el transcurso del partido, los locales fueron desinflándose y el Manchester empezó a sentirse más cómodo sobre el terreno de juego. Jugadores como David Silva, Leroy Sané, y Kevin De Bruyne empezaron a asociarse y las llegadas de los visitantes se acumulaban una tras otra.
La defensa del Leicester estaba muy atrás y al conjunto de Pep Guardiola le costaba mucho entrar por el centro del área. Los "Citizens" probaron fortuna en más de una ocasión con disparos lejanos que terminaban marchándose alejados de la portería defendida por Schmeichel.
Leroy Sané estaba convirtiéndose en un auténtico quebradero de cabeza con numerosas internadas desde la banda izquierda, que comenzaban a ser imparables para la defensa de los "Foxes". Los visitantes apretaban y el Leicester cada vez estaba más encerrado, y en una de tantas aproximaciones, el Manchester City lograría el primer gol del partido.
Una espectacular combinación entre De Bruyne, Sterling y Silva terminaba con el esférico llegando a las botas de Gabriel Jesús que tan solo tuvo que empujarlo para anotar el gol que movía el marcador. Con este tanto, el brasileño de veinte años firmaba su séptimo gol en esta Premier League.
Con este resultado, se llegaba al término de los primeros cuarenta y cinco minutos, dejando una primera mitad donde el Manchester City fue de menos a más y el Leicester, que comenzó siendo mejor, no sabía como frenar a la línea ofensiva de los visitantes.
Monólogo Citizen
El inicio de la segunda parte fue una continuación de cómo había terminado la primera mitad y en cuatro minutos los "Citizens" lograrían un nuevo gol, doblegando su ventaja. Kevin De Bruyne recibía un balón al borde del área y con su pierna izquierda, conseguía sacarse un zapatazo que se colaba por la escuadra de la portería rival.
El partido se estaba convirtiendo en un monólogo del Manchester City, embotellando a los locales en su propio campo y buscando constantemente la manera de obtener un nuevo gol.
Aún así, el Leicester tuvo en el minuto sesenta y cinco la oportunidad de meterse de nuevo en el encuentro, sin embargo, Kyle Walker estuvo atento para desbaratar la oportunidad. Jamie Vardy superaba a Ederson con un remate de cabeza, pero el lateral inglés conseguía despejar el esférico antes de que atravesase la línea de gol de la portería "Citizen".
El ritmo del encuentro parecía frenarse, y el Manchester City prefería mantener la posesión. Los locales apenas creaban peligro y en varias fases del encuentro estaba más cerca el tercer tanto de los de Guardiola que el gol de los "Foxes".
En los últimos diez minutos, el Leicester parecía haber perdido la esperanza en este partido, pues la superioridad del Manchester City estaba siendo muy notable. El encuentro finalizaba con el resultado de cero goles a dos, con un Manchester City que parece no tener rival en esta Premier League y un Leicester muy flojo que apenas puso resistencia para la victoria "Citizen".