A partir de las cinco de la tarde del presente domingo, el West Ham tiene una auténtica prueba de fuego. Conseguir los tres puntos frente al Watford es la única vía posible para salir de la temible zona peligrosa en la que se encuentran inmersos y, por plantilla, calidad y dirección, no merecen estar. Por ello, el técnico de los hammers, David Moyes, en la comparecencia previa al duelo, instó a sus pupilos a no poner ninguna excusa más y tan solo concentrarse en ganar.

"No quiero escuchar ninguna excusa. No hay atajos ahora. No hemos tenido éxito en muchas estadísticas físicas, así que no quiero escuchar sandeces de 'por qué no hice esto o por qué esto no sucedió'. Solo sube y haz el trabajo y sé un poco más humilde para que tus compañeros de equipo mejoren también. Asegúrate de ser parte del equipo y no un individualista". Así de duro y directo fue el entrenador británico frente a los micrófonos. No queda otra: "Los jugadores no pueden seguir escapándose con excusas, tienen que ponerse de pie, asumir la responsabilidad y decir 'esto es lo que necesitamos, esto es lo que queremos' y espero que sean capaces de conseguirlo", finalizó dando por zanjado el tema.

El cuerpo técnico de Moyes incluye ahora a Alan Irvine y Billy McKinlay, así como al exdefensa del West Ham e Inglaterra Stuart Pearce. Al explicar su decisión de nombrar a Pearce, comentó: "Creo que Stuart tendrá un gran papel. Dijo que debemos asegurarnos de que todos estemos conectados porque somos consciente de que no vamos a jugar en otro estadio. Estamos jugando en nuestro estadio. Debemos hacerlo nuestro, y vamos a ganar partidos a lo largo de los años, por lo que los aficionados y los jugadores deben acostumbrarse a eso. Stuart ha traído un poco de lo que había aquí antes. Él sabe cómo era. Espero que podamos hacerlo juntos. ¿Los aficionados nos lo pondrán fácil? Si ganamos, sí. Si no lo hacemos, será mucho más difícil", concluyó.