Borussia Dortmund y Tottenham se la jugaban casi a cara o cruz. Ambos tenían que conseguir los tres puntos para cumplir sus respectivos objetivos. Los alemanes, certificar la presencia al menos en UEFA Europa League, los ingleses, asegurar absolutamente el liderato del fatídico Grupo H. Se hizo con la victoria finalmente el cuadro dirigido por Mauricio Pochettino gracias a los tantos marcados por Harry Kane y Son, quienes culminaron una remontada de libro muy merecidamente.

En cuanto Clément Turpin dio el pitido inicial y arrancó el choque de titanes, el cuadro británico quiso hacerse dueño del partido en cuanto a creación y ritmo, con una presión altísima y un juego de toque continuo, teniendo así la primera ocasión del partido en el segundo minuto a través del surcoreano Son. No acabó con disparo a puerta, pero supuso toda una declaración de intenciones que los germanos no tardaron en solucionar con mucha paciencia y estructuración. Bajó el ritmo por tanto el conjunto de Dortmund para favorecer así sus intereses, haciendo que el intercambio de golpes pareciese infinito.

Con el paso de los minutos, la famosa hinchada ubicada en el fondo sur del Signal Iduna Park apretó más y más, contagiándoselo a sus soldados, quienes comenzaron a llegar con más asiduidad al área de Hugo Lloris teniendo la oportunidad más clara de toda la primera mitad, pues Pierre-Emerick Aubameyang se quedó completamente solo ante el guardameta francés, pero el ariete no supo definir al primer toque enviando el cuero a pocos centímetros del poste derecho. Avisó el Borussia, gracias en gran medida a la falta de intensidad de los Spurs, uno de los principales motivos de la dolorosa derrota del pasado sábado en el Derbi del Norte de Londres frente al Arsenal, el eterno rival.

Se pusieron por delante con justicia los germanos

Llegaba continuamente en muy pocos toques el Tottenham a tres cuartos de campo, pero la falta de efectividad de Harry Kane y Son condenaba a los del Reino Unido. No quiso que ocurriese lo mismo el delantero gabonés mencionado anteriormente, que aprovechó un extraordinario pase con la espuela de Yarmolenko para plantarse a diez metros de la portería rival y definir como él bien sabe: raso, cruzado y potente. Nada pudo hacer Hugo Lloris para evitar el uno a cero pasada la media hora.

Tenía que remar y mucho, por consiguiente, el equipo de Mauricio Pochettino, poniéndose manos a la obra inmediatamente, obligando minutos antes del descanso a tirar de reflejos por partida doble a Roman Bürki, que voló. En primer lugar con un disparo seco de Christian Eriksen y en segundo, debido a un cabezazo magníficamente orientado a la escuadra de Eric Dier. Lo intentaron los británicos, pero el cerrojo diseñado con pura ingeniería alemana no permitió penetrar la red, al menos, en los primeros cuarenta y cinco minutos.

Harry "Ciudadano" Kane tras hacer el 1-1 | UEFA
Harry "Ciudadano" Kane tras hacer el 1-1 | UEFA

Salió otro Tottenham de vestuarios. Con una intensidad propia de los días grandes como el del Real Madrid, cuando Wembley se convirtió en una fiesta gozando del triunfo. Quiso repetir tal alegría Harry Kane, quien controló fácil en la punta del área contraria, orientó su cuerpo de forma mayúscula y envió al palo corto el esférico de un Roman Bürki, que a pesar de estirarse como tiene acostumbrado, no fue capaz de detener tal chut. Las tablas vivían a relucir en el electrónico y prácticamente todo el segundo asalto tenía que jugarse aún. La emoción estaba asegurada.

La remontada ya estaba en marcha

Volvió a ponerse serio el cuadro inglés en tareas defensivas, haciéndose dueño absoluto del duelo y consiguiendo que el Borussia casi ni pisase las zonas de peligro debido a la lentitud e imprecisiones durante las ofensivas llevadas a cabo. La única opción posible que vieron los hombres de Peter Bosz fue agitar el partido, poniéndolo loco en cuanto a la circulación del balón, pero ni aun así pudieron superar a la contundencia de los londinenses, que, lejos de ponerse nerviosos, hicieron el gol número dos para consumar la remontada por medio del asiático Son, que ya avisó en los primeros minutos. El mediapunta definió de maravilla en la punta del área, poniendo el cuero en la misma escuadra germana. Uno de los goles de la jornada, sin duda. Y de qué importancia, además.

Supo sufrir el Tottenham en el tramo final de la batalla, aprovechando los jugadores de refresco que entraron desde el banquillo para frenar al ultraofensivo Borussia, que a medida que pasaba el tiempo vio cómo se le acababan las opciones de marcar el gol del empate y, por consiguiente, las de clasificarse para la fase final de la UEFA Champions League. En el lado contrario, los de Mauricio disfrutaron las buenas sensaciones mostradas en la segunda parte para garantizar al cien por cien la primera plaza del Grupo H, dejando a nada más y nada menos que al Real Madrid en la segunda y evitando así a gigantes en octavos de final. Enorme trabajo de la escuadra de White Hart Lane.