El West Ham llegaba al Etihad muy necesitado de puntos, mientras que el City tenía que ganar para llegar al derbi de Manchester con la ventaja de ocho puntos intacta. Guardiola rotó un poco, y dio descanso a Kompany, Gabriel Jesús y Fernandinho para dar entrada a Danilo o Mangala. Moyes optó por un esquema defensivo con Antonio como única baza ofensiva. El fútbol terminó venciendo ante un West Ham que sigue a la deriva.

Primera mitad inusualmente habitual

Como era de esperar, el City salió a dominar y el West Ham a esperar atrás. Moyes alineaba un esquema ultradefensivo pensando en salir a la contra con Michael Antonio. Zabaleta volvía a su casa y como capitán del equipo visitante. Joe Hart dejaba su sitio en el once al español Adrián por la famosa cláusula del miedo. 

Zabaleta y Agüero se saludan. Foto: Getty Images
Zabaleta y Agüero se saludan. Foto: AFP

El dominio local fue total en los primeros 25 minutos del encuentro. El City tenía el 82% de posesión, y el partido se jugaba en el área del West Ham, que despejaba como podía. Sterling ya había pedido penalti en la primera jugada del partido, en un posible derribo de Masuaku. El City tenía tímidas ocasiones, pero la mayoría eran jugadas incompletas como varias que acabaron con Adrián cogiendo el esférico en pases entre líneas de Silva. El sistema de Moyes variaba de cuando atacaba a cuando defendía. Masuaku era el que cambiaba de puesto, pasando de extremo a carrilero, y al revés.

El equipo Hammer también tenía sus oportunidades, muy aisladas, pero más peligrosas que las de los pupilos de Pep. Masuaku y Cresswell a punto estuvieron de adelantar a su equipo. Tras la media hora de juego, el ritmo del partido bajó, y lo aprovechó el West Ham para dar un pasito adelante. Ederson salvó a su equipo en un misil de Lanzini al primer palo, en un garrafal error de la defensa local. Antes, Adrián había detenido de manera acrobática un disparo de Silva muy colocado. 

Walker trata de robarle el balón a Lanzini. Foto: Getty Images
Walker trata de robarle el balón a Lanzini. Foto: Getty Images

Un pilar del sistema de los londinenses caía lesionado antes de acabar el primer tiempo. Kouyaté se retiraba cojeando, y entraba el atacante Sakho, que cambiaba el esquema visitante, quedándose él en punta y desplazando a la derecha a Antonio. Como si el fútbol quisiera compensar la lesión, llegaba el gol de Ogbonna de cabeza al filo del descanso. Otra vez defendía mal el City un centro lateral y se adelantaba el equipo de Moyes.

Ogbonna celebra su gol con Antonio. Foto: Getty Images
Ogbonna celebra su gol con Antonio. Foto: Getty Images

A remontar con todo y contra Adrián

Guardiola no quería esperar y retiraba a Danilo para dar entrada a Gabriel Jesús en el descanso. Delph retrasaba su posición hasta el lateral, y el City pasaba a jugar con dos delanteros. Y el cambio dio sus frutos. El City volvía a dominar, pero metiendo miedo al rival. El asedio Citizen fue real. Fue un torpedeo a la portería de Adrián, que salvó a su equipo de llevarse un saco de goles. Sané fue el más activo de la segunda mitad, y fue el más perjudicado por el buen momento del portero español. Hasta cinco o seis veces actuó de manera ejemplar el ex portero del Betis, desquiciando al extremo alemán. Sin embargo, en una de las jugadas del equipo local llegó la igualada de Otamendi. El central argentino remataba a gol de manera poco ortodoxa un centro preciso de Gabriel Jesús tras una buena jugada del equipo en el minuto 56. 

Otamendi celebra con rabia el gol del empate. Foto: Getty Images
Otamendi celebra con rabia el gol del empate. Foto: Getty Images

El City igualaba el marcador de manera justa, y con una bonita acción del equipo. El West Ham vio lo que venía y se encerró con todo atrás, viendo como Adrián salvaba constantemente el partido. Las paró de todos los colores, la mayoría de ellas acrobáticamente. Entró Arnautovic por un desacertado Lanzini en el West Ham, pero no influyó apenas en el partido. Antonio intentaba buscarse la vida él solo, pero solo consiguió disparar en una ocasión, y Ederson estuvo atento para lucirse. En la siguiente acción, De Bruyne, vistiéndose de Messi, encontraba un hueco perfecto para ponerle un balón con música a Silva, que remataba de volea preciosa a gol, cruzándole el esférico a Adrián que no pudo hacer nada.

Imagen del golpEo del gol de Silva. Foto: AFP
Imagen del golpEo del gol de Silva. Foto: AFP

A partir de ahí, Guardiola buscó cerrar el encuentro. Entró Fernandinho para ello, sustituyendo a Agüero. Moyes introdujo a Ayew por Antonio para buscar el empate, y lo tuvo cerca tras una pérdida de Mangala, que aprovechó Arnautovic para centrársela a Sakho, que remató fuera por muy poco. Entraba Bernardo Silva en el descuento por Sané para terminar de cerrar el partido. Y así fue. Tres puntos más para el invicto City, y otra jornada más sin ganar para el West Ham, que ya ve casi toda la clasificación desde abajo. El City mantiene la ventaja de ocho puntos antes de visitar al United, y el equipo de Moyes sigue en descenso.