Mala dinámica la que está tomando el Watford de Marco Silva. Apenas una victoria en los últimos cinco partidos de Premier League están alejando al equipo de esos números de principios de temporada que le permitirían, incluso, soñar con competiciones europeas de cara al siguiente curso. Tras venir de perder frente al Burnley el pasado fin de semana, la jornada intersemanal le deparaba una buena oportunidad para resarcirse visitando Selhurst Park y un Crystal Palace inmerso en problemas que le dejaban en descenso antes del inicio de esta jornada 17. Sin embargo, tras la disputa de los noventa minutos, los Hornets son los que salen tristes del estadio londinense mientras que los Eagles sonríen al abandonar por primera vez en lo que va de temporada los puestos calientes de la clasificación.

“La tarjeta roja les permitió creer, pero estaba claro que ellos debieron jugar con diez jugadores por la falta sobre Pereyra”

El partido, además, fue cruel para los del técnico portugués, pues después de ir ganando desde el minuto 3 gracias al gol de Janmaat, los de Roy Hodgson remontaron en los últimos minutos del encuentro tras, eso sí, jugar con un jugador más desde el 87. Precisamente, esta expulsión es considerada por Marco Silva la jugada determinante del encuentro: “La tarjeta roja les permitió creer, pero estaba claro que ellos debieron jugar con diez jugadores por la falta sobre Pereyra”. El entrenador del Watford se refiere a una dura acción cometida por van Aanholt apenas dos minutos antes de la expulsión de Cleverly. La entrada, cuanto menos peligrosa, pudo ser merecedora de la expulsión del jugador holandés.

En cuanto a la forma de perder el partido, reconoce que es algo “increíble” pero que “puede suceder en este equipo”. “Necesitamos aprender rápido para jugar a este nivel. Así es el fútbol. Tenemos que jugar hasta el minuto 95 e hicimos muy bien las cosas hasta el minuto 80”, añadía un entrenador que se lamentaba por la falta de contundencia a la hora de aumentar la ventaja en el marcador: “Tuvimos muchas oportunidades para matar el partido y en este nivel hay que hacerlo. Tuvimos un mano a mano con su portero, pero no matamos el encuentro. Necesitamos mantener nuestra organización hasta el final del encuentro, incluso si perdemos un jugador”. Así pues, y con la mente puesta ya en su próximo compromiso frente al Huddersfield el sábado a las 16:00 horas, los Hornets deben revertir cuanto antes esta situación.