En esta jornada intersemanal el Liverpool no pudo pasar del empate a cero inicial frente al West Bromwich Albion. Los reds dominaron el partido pero fue en vano, ya que no lograron perforar la meta defendida por el guardameta inglés Ben Foster. Los baggies salieron con la misión de no recibir ningún gol e intentar romper el empate con alguna contra, cosa que rozaron tras un remate de Robson-Kanu que fue rechazado por el travesaño. De esta manera se llevan un punto de un campo tan complicado como es Anfield

Jürgen Klopp admitió en sala de prensa que fue una noche difícil para él y su equipo y que esto podía pasar: "Sabía desde el primer segundo que este partido sería complicado. Estaba claro cual sería su juego e intentaron aprovechar con balones por alto que nuestra alineación hoy no tenía mucha altura. Tuvieron un remate al larguero pero no fueron demasiado peligrosos y nosotros lo hicimos bastante bien. Defendimos bien, tuvimos la posesión y solo nos faltó que el balón entrara". El alemán quiso entran a valorar ambas partes de su conjunto: "En la primera mitad empezamos un poco rígidos y con mala circulación del esférico. Nos costó romper su formación pero aún así tuvimos tres o cuatro oportunidades para adelantarnos. En el segundo tiempo fuimos mejores, cambiamos el sistema varias veces y logramos meterlos en problemas. Obviamente, no fue una noche para golear y si no marcas temprano lo acabas pagando, por ello debemos aceptar el resultado".

El joven delantero inglés Dominic Solanke logró anotar el único tanto del partido, pero este fue anulado por el colegiado debido a una supuesta mano. El entrenador alemán quiso hablar sobre esto: "Para mí, el balón se desvió dos veces y aún no estoy seguro de si tocó la pelota con la mano o no. Después de verlo repetido sí, hay un brazo, pero no estoy seguro si es el de Solanke el que toca el balón". Klopp hizo un repaso sobre las ocasiones de su equipo: "No tuvimos suerte. No fue un partido de veinte ocasiones, pero tuvimos siete o ocho y todos sabemos que estos muchachos generalmente anotan los goles que hoy se fallaron. Tiramos la primera mitad y al final nos faltó tiempo para desnivelar el marcador".

Saltó la sorpresa en el once inicial al ver como saltaba al terreno de juego el portero Loris Karius en detrimento del belga Simon Mignolet. El entrenador alemán quiso explicar los motivos: "Simon hace tres días recibió una patada y tenía el tobillo hinchado. Podría haber jugado pero no era necesario correr riesgos ya que Loris estaba en forma. Un jugador de campo no jugaría con un tobillo hinchado, pero como portero, si no tienes alternativas, tal vez podrías hacerlo. Siempre que estas medio herido puedes recibir un golpe más y convertirlo en algo más serio, así que esa fue la razón para eso".