No es fácil marcharse de casa. No es fácil dejar atrás el hogar donde has vivido momentos maravillosos durante varios años. Tampoco lo fue para Iborra, que se marchó de la que fue su casa durante cuatro temporadas, Sevilla, en busca de un nuevo destino: Leicester.
Se marchó entre lágrimas del club hispalense, consciente de todo lo que dejaba allí: amigos, compañeros y tres títulos. Llegaba a Inglaterra con el objetivo de aclimatarse cuanto antes a su nueva casa, la de los foxes. Sin embargo, a veces, cuesta y en su caso no fue diferente, las lesiones, se lo impidieron.
Allá por el mes de julio el Leicester llamó a la puerta de Vicente Iborra. El jugador valenciano recibió una oferta del campeón de la Premier dos temporadas atrás y no se lo pensó. Hizo las maletas con destino Inglaterra, en busca de un fútbol que le iba como anillo al dedo, pero que sin embargo, tardó unos meses en poder disfrutar.
Una lesión nada más llegar a los foxes le privó de poder disfrutar del fútbol inglés, de ese juego que parecía hecho a la medida de Vicente Iborra: Juego directo, vertical, fuerza,... Iborra estuvo unos meses alejado de los terrenos de juego y el Leicester lo notó. Los resultados no llegaban y el bueno de Vicente se tenía que conformar con ver los encuentros lejos del verde.
El valenciano no pudo ayudar al equipo en los seis primeros encuentros de la Premier League, seis encuentros en los que el Leicester se tuvo que conformar con tan solo una victoria -ante el Brighton en agosto-, un empate y cuatro derrotas.
Sin embargo, a partir del 30 de septiembre todo empezó a cambar para el Leicester, y casualidad o no, ese fue el momento en el que Iborra debutó en la Premier League. Aunque parecía que los resultados comenzaban a llegar, a finales de octubre, se marchó Shakespeare, entrenador interino que llevaba dirigiendo desde febrero a los foxes, y llegó Claude Puel, técnico que ya había entrenado al Southampton la pasada temporada.
Desde que Iborra pisara por primera vez un campo inglés -ante el Bournemouth-, el español ha disputado un total de 10 encuentros, donde ha conseguido 5 victorias, cuatro empates y tan solo una derrota.
Los datos están ahí, y lo que está claro es que, el juego del Leicester pasa por las botas de Vicente Iborra. Un jugador muy estilo Premier, que se ha adaptado a las mil maravillas al fútbol inglés y a su equipo.
Sin duda el Leicester ha notado la presencia de Vicente Iborra, más allá de goles -lleva uno en la Premier- y asistencias, el juego pasa por el valenciano. Ya lo demostró en el Sevilla.
Vicente ya ha demostrado de lo que es capaz en Inglaterra, sin embargo aún puede dar más. De momento, el juego del espigado centrocampista está ayudando al Leicester, y de que manera -está a tan solo cinco puntos de puestos europeos-, a conseguir el principal objetivo, la permanencia, pero ¿Por que no soñar con cosas más grandes?.
Para el Leicester no hay imposibles, y ya lo demostró hace un par de temporadas, cuando ante todo pronóstico levantó la Premier League. Actualmente, el sueño es, por que no, llegar a Europa y sin duda que el Leicester lo puede conseguir. De momento, es tan solo un sueño, un sueño que a principio de temporada parecía imposible.
Ahora tienen a Iborra sobre el terreno de juego y con su presencia los resultados comenzaron a llegar. No es simple casualidad. Iborra ha influido notablemente en la mejoría de los foxes. En definitiva, Iborra es el timón del barco azul.