El Tottenham se adjudicó ayer su segunda victoria consecutiva tras batir al Brighton por 2-0 y aprovechó así los pinchazos de Liverpool y Arsenal para volver a colocarse en puestos de Champions. Ahora, todas las miradas están puestas en el domingo, cuando los Spurs visitarán el Etihad Stadium para enfrentarse al Manchester City.

A priori, parecía un partido fácil para la escuadra local pero la intensa labor de la zaga Seagull puso a prueba la delantera del Tottenham. Aurier abrió la lata cinco minutos antes del descanso mientras que Son Heung-Min la cerró casi sobre el descuento de la segunda parte. “No es fácil cuando tu oponente solo defiende. Pienso que el equipo ha creado muchas oportunidades. Estoy muy contento por la victoria y el esfuerzo de los jugadores”. En cuanto al posicionamiento ultradefensivo del Brighton, Pochettino no se quiso mojar. “Cada uno puede jugar como quiera. Para nosotros fue difícil, pero no me voy a quejar de cómo juega el otro equipo. Solo me fijo en mis jugadores”, sentenció.

La próxima prueba, quizá la más dura del campeonato, será visitar al Manchester City, imparable ahora mismo en la Premier League. Sin embargo, el técnico argentino le restó importancia al duelo. “Soy muy positivo. Estoy contento por los tres puntos. Lo que pase el sábado, ¿quién sabe? Iremos a Mánchester a intentar ganar. Fútbol es fútbol. En la última semana, hemos conseguido tres victorias y eso es lo que nos importa. Sentimos que podemos estar más arriba en la tabla. Queda mucha temporada y todo puede pasar”, apuntó.

Pochettino se deshizo en elogios hacia el City y Guardiola, admitiendo el dulce estado en el que se encuentran. “Trataremos de divertirnos, es un reto fantástico jugar contra el Manchester City. Son el mejor equipo de Inglaterra y uno de los mejores de Europa. Me encantan este tipo de partidos. Me gusta jugar contra estos equipos, contra entrenadores como Guardiola”, señaló.

No todo fue felicidad en la noche de ayer, si bien el entrenador del Tottenham confesó el descontento de Dele Alli por haber sido relegado al banquillo. Su sustituto fue Erik Lamela, quien volvió a jugar después de 14 meses y lo hizo durante 70 minutos. “¿Cómo reaccionan los jugadores del Arsenal o del Liverpool cuando les dejan en el banquillo?”, se preguntó el técnico. “Dele Alli estuvo en el banco y luego jugó 20 minutos. Este club es especial a la hora de crear conflictos”, concretó.

Fuera de dudas, el entrenador de los Spurs quiso matizar la relevancia del futbolista argentino dentro del equipo. “Es muy importante para nosotros. Obviamente, los jugadores no están felices cuando están en el banquillo, los jóvenes y los veteranos. Trippier, Ben Davis, los otros jugadores también querían jugar. Es fútbol”, concluyó.