El mundo del fútbol es uno en el que se siente cuando un ciclo ha llegado a su fin, ya sea de un futbolista o de un entrenador. La situación se hace cada vez más insostenible y no hay forma de revertirla, no importa los cambios que se realicen. Es lo que ocurre en el Stoke City, donde la etapa de Mark Hughes parece estar muy cerca del final, no solo por los pésimos resultados obtenidos en los últimos encuentros, sino también por lo penoso que es el juego de su equipo, casi sin generar peligro para la portería rival, siendo un colador en defensa.
Durante la semana, luego de una nueva derrota, esta vez ante Burnley, Mark Hughes había insistido con que existía una mejora de sus dirigidos, respecto del partido que cayeron ante Tottenham por 5-1. Sin embargo, ante el West Ham y como locales, volvieron a caer derrotados sin hacer mucho esfuerzo para impedirlo. Nuevamente por goleada ante un rival que apenas tuvo que transpirar para garantizar la victoria ante un conjunto de Stoke-On-Trent que cada vez se hunde más y más en la tabla.
Todo comenzó mal para el Stoke City desde temprano, ya que el encuentro estaba estipulado para comenzar a las 16, pero debido a un problema energético en las inmediaciones del bet365 Stadium, el cual afectó los generadores de energía del estadio, se tuvo que demorar el inicio para una hora más tarde.
Los primeros minutos fueron de insistencia para el Stoke City, con un puñado de ocasiones en las que lograron aproximarse a la portería que ahora defiende Adrián. De hecho, desde que el guardameta ha reemplazado a su colega Joe Hart, han transcurrido cuatro partidos, con dos victorias, un empate y una derrota, sumando solamente dos goles en contra y tres vallas invictas, reflejando así una de las claves en las que ha estado la remontada que ha tenido el West Ham.
Cerca de cumplirse la primera media hora del encuentro, Manuel Lanzini comandó un contragolpe de los ‘Hammers’ y fingió una falta dentro del área, la cual el árbitro sancionó pese a la insistencia de los jugadores del Stoke. Mark Noble se hizo cargo del lanzamiento, en su partido 300 con la camiseta del West Ham, convirtiendo así el primer gol del partido, el que inauguraba un marcador que luego se haría más abultado.
Stoke mantenía la posesión pero no tenía ideas claras de cómo comandar el balón hacia los metros finales del campo rival, mientras que la visita recuperaba el control y se lanzaba al ataque de una defensa que no lograba dar ninguna garantía. Marko Arnautovic, en un duelo muy especial para él, luego de haber abandonado el Stoke City a principio de temporada en busca de un proyecto más ambicioso, insistió con varios remates que fueron negados por los postes y por Jack Butland.
Pero de tanto intentar, el gol llegó y Arnautovic marcó el segundo del partido, luego de un buen pase de Manuel Lanzini, el hombre que fue figura del partido. El mediocampista argentino provocó la falta que derivó en el primer gol, asistió en el segundo y repitió en el tercero, asistiendo a Diafra Sakho, ya en los instantes finales del encuentro, poniendo así la frutilla a un postre que ya estaba listo desde el inicio del segundo tiempo.
Con este nuevo resultado en contra, el futuro de Mark Hughes en el Stoke City pende de un hilo. Los fanáticos pidieron por su renuncia y abuchearon al equipo tras esta nueva decepción, por lo que su presencia en el próximo compromiso de los ‘Potters’, el próximo 23 de diciembre ante el West Bromwich Albion, es realmente incierta. Mientras tanto, el West Ham, que volvió a sonreír, se enfrentará el mismo día al Newcastle.