Las noches de EFL Cup invitan a que los aficionados se sienten frente a sus televisores, sin importar si no simpatizan por ninguno de los equipos participantes, pero el principal sentido es observar partidos que terminan siendo de lo más emocionantes, puesto que los clubes más pequeños dejan todas sus energías dentro de campo de juego para vencer a los grandes, que colocan jugadores que no suelen ser titulares, por lo que buscan impresionar como sea en esos encuentros.

Es así que esta competencia es una verdadera invitación al espectáculo. Cierto es que, de vez en cuando, ocurren partidos realmente aburridos como el que protagonizaron West Ham y Arsenal en el día de ayer, pero son los menos. Prueba de ello ha sido este encuentro que enfrentó a Bristol City y Manchester United, dos equipos muy distintos en cuanto a calidad de jugadores, pero con grandes ambiciones ambos.

El saludo previo al gran inicio | Foto: ManUtd
El saludo previo al gran inicio | Foto: ManUtd

Por una parte, el Bristol City que buscaba dar el gran golpe de eliminar a un gigante como el Manchester United, luego de eliminar al Crystal Palace con un contundente marcador de 4-1. Los dirigidos por Lee Johnson marchan en la tercera posición de la English Football League Championship, lo que refleja el gran nivel que ha demostrado este equipo en la actual temporada.

Del otro lado, un Manchester United que está lejos del Manchester City en la Premier League, pero que se ilusiona con defender el título de la EFL Cup e ir a por la UEFA Champions League, un objetivo bastante complicado pero no inalcanzable. El gran atractivo era la decisión de José Mourinho de mandar al campo de juego desde el inicio a Zlatan Ibrahimovic, en su primer partido como titular luego de su regreso.

El juego comenzó de lo más atractivo, con un estadio colmado hasta el último asiento posible. Nadie quería perderse el duelo del Bristol ante un histórico como el United, y los locales no quisieron decepcionar esas grandes expectativas que los fanáticos colocaron en ellos, por lo que salieron desde el primer minuto a buscar el partido, con presión alta y recuperando el balón en los primeros metros delos ‘Red Devils’.

Se le hacía incómodo el inicio al Manchester United, pero logró hacer pie y comenzó a desnivelar el trámite con bastante facilidad, ya que un puñado de pases le permitieron encadenar dos remates en los postes, con intentos de Zlatan Ibrahimovic y Marcus Rashford, mientras que Bristol apostaba por recuperar rápidamente el balón y llevarlo cerca del área rival, incluso molestando a Sergio Romero ante cada saque de meta del portero argentino.

Pogba fue una de las figuras del partido | Foto: ManUtd
Pogba fue una de las figuras del partido | Foto: ManUtd

Pese a esto, el primer tiempo finalizó sin que alguno de los dos equipos pudiera quebrar la igualdad en el marcador, por lo que todo quedaba abierto para la segunda mitad, donde Bristol logró golpear a los pocos minutos de comenzado, con una jugada impresionante de Bryan, quien primero pasó el balón con un sombrero en mitad de cancha y luego fue a buscar el pase en profundidad con el que ingresó al área desde el borde izquierdo y definió con un auténtico bombazo al poste lejano de Romero, que nada pudo hacer para detenerlo.

Manchester United tuvo que ir a buscar el empate de forma imperiosa, algo que consiguió rápidamente con el que había sido uno de los rendimientos más flojos de la primera etapa, Zlatan Ibrahimovic. El delantero sueco demostró que la clase está intacta, sin importar lesiones, inactividad ni los años que tenga, al rematar un tiro libre en la puerta del área rival, con un remate seco y fuerte contra el poste que defendía Steele. Sin perder más tiempo, Mourinho aprovechó el envión anímico para mandar al campo de juego a Romelu Lukaku, buscando la portería abierta que ha tenido el delantero belga en las últimas jornadas, ante Bournemouth y West Bromwich Albion.

Con las sustituciones, Manchester United volvió a dominar el circuito de juego, con varias oportunidades para Lukaku pero con un Steele que intervenía, buscando redimirse de su error en el gol de Ibrahimovic. Así se fueron extinguiendo los minutos y cuando todos esperaban que llegaran los penaltis, el Bristol City tuvo la última palabra y Smith apareció para cruzar su remate entre las piernas extendidas de un Romero que tuvo un pésimo partido, justo en el último minuto de adición.

Gracias a ese gol, el humilde Bristol City eliminó al poderoso Manchester United, pero especialmente fue importante el modo en el que lo hicieron, sin esconderse, jugando de igual a igual ante uno de los equipos más fuertes de Inglaterra. De esta forma, Bristol avanza a semifinales y espera por su rival, mientras que el United no podrá defender su título de campeón.