Cuando la cantidad de defensas supera a la de delanteros, las posibilidades de ver un partido abierto, entretenido y bonito se desvanecen. El encuentro entre el West Bromwich Albion y el Arsenal llegaba envuelto en un ambiente legendario. Arsène Wenger iba a superar a Sir Alex Ferguson como entrenador con más partidos en la Premier League. Sumaba 811 encuentros al frente del Arsenal en lo que a la competición liguera respecta y, desde luego, su planteamiento ha sido más acorde a su última etapa que a aquella que comenzó allá por 1996. Los Gunners, lejos de dominar, encerrar a su rival y asustar al público de The Hawthorns, han considerado oportuno guardar su portería hasta que una acción aislada marcara la diferencia. La diferencia, de hecho, ha existido, pero no ha sido suficiente para tumbar a unos Baggies que cierran 2017 sin conocer la derrota desde que vencieran por última vez en agosto.

El West Brom cierra el 2017 sin conocer la victoria desde agosto

Los de Alan Pardew siguen hundiéndose en la clasificación, más tras la victoria del Swansea en la que ha sido la 21ª jornada liguera. Una jornada que ha llegado en medio del maratón de partidos que suele ofrecer la Premier League en esta época del año y que, una vez más, ha marcado el devenir de los encuentros. En el último de estos 365 días, el cansancio ha hecho mella en unos jugadores que, incluso, han sufrido lesiones que les han motivado a abandonar un terreno de juego enmarcado con un ambiente de excepción. En West Bromwich entienden el fútbol de otra manera y los aficionados de los Baggies saben leer y han comprendido que ahora, más que nunca, tienen que estar al lado de sus jugadores.

Un primer tiempo soporífero

Sin embargo, han sido sus propios futbolistas los que parecen no entender del todo aquello de dar de vuelta lo que se recibe. El agradecimiento a sus aficionados, desde luego, no es una buena dosis de fútbol, pues el West Brom ha salido timorato en su propio estadio. Desde el principio, el conjunto de Wenger se ha adueñado del balón, quedándose con la posesión y con gran parte del rectángulo verde. Encerraban a su rival, pero sin Özil, que no ha ido ni convocado, el juego entre líneas se hace mucho más complicado. Un equipo largo, que no era capaz de recuperar tras pérdida, empezaba a dejar mucho que desear desde el primer minuto de partido. Alguna acción aislada de Alexis Sánchez, de nuevo el más desequilibrante de su equipo, ha sido la nota ligeramente positiva que puede sacar el Arsenal de los primeros cuarenta y cinco minutos.

Por su parte, el equipo de Pardew también parecía tener las ideas claras. Los balones largos a Robson-Kanu, que ha sido la punta de ataque ante la baja de Rondón, eran las armas que manejaban unos Baggies que, incluso, lograron tener posesiones largas mediada la primera parte. Eso sí, la finalización quedaba muy lejos de ser peligrosa para la meta de un Petr Cech que ha vivido el partido como un mero espectador.

Cech en una acción del encuentro | Fotografía: Premier League
Cech en una acción del encuentro | Fotografía: Premier League

La emoción para el final

Tras un paso por vestuarios en el que las charlas de los respectivos entrenadores han tenido que ser muy similares a la del inicio del encuentro, el ritmo seguía siendo bajo hasta el minuto 60. A partir de ahí, el Arsenal, equipo que a priori debía llevar la batuta del encuentro, ha puesto una marcha más a un juego que seguía siendo bastante embarullado. Wenger ha tenido la oportunidad para deshacer la defensa de cinco con la que se ha presentado en The Hawthorns, pues Koscielny ha tenido que salir antes de tiempo por unos problemas musculares. Se repetía, por otro lado, el guión de la primera parte, cuando Kolasinac también dejaba su hueco a Maitland-Niles aquejado de unos problemas en la rodilla.

Maitland-Niles se prepara para salir | Fotografía: Arsenal
Maitland-Niles se prepara para salir | Fotografía: Arsenal

Sin embargo, y cuando todo parecía que iba a terminar tal y como empezó, con el empate a cero en el marcador, llegaron los goles. El primero fue de McClean en propia puerta tras un disparo de Alexis Sánchez de falta directa. El chileno, que se encontró con un balón parado frente a Foster, disparó mal, aunque una barrera que concedió un hueco fue suficiente para dejar el primer tanto en el marcador. Con un West Bromwich Albion que había realizado unos cambios netamente defensivos, parecía incomprensible que al Arsenal se le marchara la ventaja, aunque sí lo hizo.

Y vaya si lo hizo. Chambers, uno de los hombres en el que menos confianza ha depositado Wenger, concedió un penalti a dos minutos para el final en una acción en la que podía haber achicado el espacio con el jugador rival. Sin embargo, el inglés creyó oportuno dar un paso atrás y el jugador de los Baggies aprovechó para mandar el balón a su brazo izquierdo. Penalti muy protestado por los Gunners, pero, al fin y al cabo, bastante claro. Jay Rodríguez lo materializó con un lanzamiento centrado que cerca estuvo de detener Petr Cech.

El Arsenal asciende a la 5ª plaza, aunque el Tottenham tiene un partido menos

Con este reparto de puntos, el Arsenal pierde la oportunidad de recortar distancias con el Manchester United, que tampoco pasó del empate ante el Southampton. Además, ve incrementada su distancia respecto a Chelsea, segundo, y Liverpool, cuarto con 41 unidades. Los de Londres suben a la quinta posición sumando 38 puntos, aunque hay que recordar que el Tottenham no ha disputado su compromiso de esta fecha y por lo tanto tiene un encuentro menos. Por su parte, los de Alan Pardew siguen en el descenso de una Premier League que va a vender muy cara la permanencia. Equipos como Swansea, West Ham, Crystal Palace, Stoke o Newcastle, entre otros, parecen luchar por evitar los tres puestos más caros de la clasificación. Tras este encuentro, el West Brom piensa ya en su compromiso ante los Hummers del próximo martes mientras que el Arsenal se centra en su vital partido ante el Chelsea del miércoles, 3 de enero.

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