El Tottenham y el West Ham cerraron la jornada 22 con un partido en forma de derbi que decepcionó a muchos. Con un Tottenham necesitado para seguir luchando en los puestos de Champions League, entró con todo, con su once de gala con Kane como protagonista para poder derrotar a su rival. En frente, el West Ham de David Moyes completamente mejorado pero con ganas de seguir creciendo estrenándose el año con victoria visitante en un escenario de Champions League.

El partido lo dominó los locales pero acabó sufriendo para conseguir un punto

El partido acabó en empate a uno tras los goles de la segunda parte de Obiang y Son. Los visitantes se adelantaron en el minuto 70 por medio de Obiang a través de un fuerte disparo, y en los últimos minutos del encuentro, el nipón Son empató el choque tras un buen disparo. Un punto para cada uno que no sirvió de mucho para los locales pero sí para los visitantes al puntuar en un estadio tan difícil como el de Wembley.

Una primera parte espesa

El Tottenham se presentó por primera vez en este año ante su afición con la esperanza de mejorar sus números como local, y una buena forma de empezar el año es derrotar a sus vecinos de ciudad, un West Ham que ha crecido desde la contratación de David Moyes en los banquillos. El espectáculo estaba garantizado debido a que cada club lucha a fondo por sus objetivos en este año.

Eriksen fue uno de los más activos del partido. Foto: Tottenham.

El partido empezó con el Tottenham tomando el control pero si nunguna clara ocasión. Los visitantes estaban expuestos al dominio del conjunto local pero estuvieron ordenados desde atrás sin ningún problema de peligro para la meta defendida por Adrián San Miguel. De hecho, en la primera parte hubo pocas ocasiones para cada lado. La única más clara fue una jugada que el árbitro la dio como inválida tras un gol de Harry Kane en fuera de juego sobre el primer cuarto de hora del encuentro.

Con una posesión de casi el 75% del balón, los de Pochettino se acercaban a toda costa al área del rival, pero sin ser contundentes a la hora de atacar. Con Kane y Eriksen como principales protagonistas del ataque, el resultado al descanso fue de 0-0. Objetivo principal de los de Moyes que se vieron al descanso con muchas posibilidades de ganar pese al juego defensivo que hicieron sus chicos. En una primera parte que no pasó muchas cosas, el partido se fue al descanso con un marcador en el que podía pasar muchas cosas. El juego y las ocasiones se las dejó para los últimos 45 minutos del choque.

Sorpresa y empate agónico

Con la idea de esperar al rival para lanzar contragolpes, el West Ham mejoró en la segunda parte a pesar de que los locales siguieron siendo los dominadores del partido. Pero con menos profundidad, el partido se iba consumiendo rápidamente para el Tottenham, que veía que se acercaba constantemente pero sin crear mucho peligro. Parecía que la inspiración para los atacantes estaba de vacaciones de Navidad.

Y cuando parecía que el gol de los locales era cuestión de poco tiempo, los visitantes sorprendieron con un gran disparo de Pedro Obiang, que recibió un buen balón y enganchó un fuerte disparo desde lejos que se coló por la escuadra izquierda. Hugo Lloris, incrédulo, no podía hacer nada. El West Ham iba ganando el partido a falta de 20 minutos sin crear una ocasión clara en todo el partido. Nadie se lo creía, y los jugadores del Tottenham se miraban unos a otros con cara de decepción.

Obiang marcó el gol del West Ham. Foto: West Ham.

Pochettino, que veía que se le escapaba el partido, decidió hacer una revolución y en poco tiempo hizo las tres sustituciones. Con Lamela, Victor Wanyama y Llorente, el Tottenham estuvo más fresco en ataque. Con un equipo con Lamela, Alli, Kane, Eriksen y Llorente en el terreno de juego, el gol era seguro y así fue, pero no parte de ninguno de ellos. Fue Heung-Min Son quién recibió un pase brillante y remató desde lejos por la escuadra derecha. Un gran gol que impidió la victoria del rival siendo definitivo en el partido.

Con el partido prácticamente finalizado, el West Ham no se dio por vencido e intentó marcar para llevarse los tres puntos, pero sin ser demasiado contundente a la hora de atacar. Finalmente cada uno se llevó un punto que dejó insatisfecho a ambos clubes. Por un lado, el Tottenham perdió dos puntos en casa con un rival teóricamente inferior a ellos. Y por otro lado, el West Ham se vio con la victoria casi hecha pero se dejó empatar en los últimos minutos. Aún así, empatar con un equipo de Champions League siempre es buena noticia para un West Ham que se va alejándose de loes puestos de peligro.

El Tottenham con esto, suma 41 puntos en quinta posición a tres puntos del Liverpool. Los de Pochettino dejan escapar una oportunidad para alejarse del Arsenal en la clasificación, pero la jornada siguiente tendrá la oportunidad de estar entre los cuatro primeros ante el Everton, ya que el Liverpool se jugará los tres puntos con el Manchester City de los récords.

Por su parte, el West Ham sigue en la lucha por evitar el descenso a pesar de haber logrado un buen punto. Los de David Moyes tienen 22 puntos a dos del Stoke City, que es quién marca la línea del descenso. En la siguiente jornada tendrá un duelo vital ante el Huddersfied con la esperanza de escapar de una vez los últimos puestos. Si juega como ante el Tottenham leyendo a la perfección los partidos, seguirán en línea ascendente.