El encuentro comenzó con un tímido dominio del conjunto local, en medio de una gran batalla en el centro del campo por el dominio de balón. Chamberlain adelantó al conjunto scouser con un disparo de pierna derecha desde fuera del área, que superó al guardameta Ederson.

Un comienzo prometedor y transparente con el que se vislumbraba la trayectoria del partido

Tras el tanto, el conjunto dirigido por Jürgen Klopp siguió llevando la iniciativa en el encuentro. Realizando una gran presión sin balón e intentando salir en velocidad, con un omnipresente Mohamed Salah, que estaba siendo un dolor de cabeza para la defensa de un conjunto citizen, que estaba sintiéndose realmente incómodo sobre el terreno de juego, pues no estaba consiguiendo mantener el balón, en ninguna zona del campo. Aunque le estaba afectando especialmente en el centro del campo, lo cual le impedía dominar los partidos.

Después de los primeros minutos de partido, el equipo Red que en el día de hoy estaba jugando con un 4-2-3-1 con Chamberlain por el carril derecho, como teórico sustituto de Coutinho, siguió dominando el encuentro teniendo el cuero, manteniendo su gran presión, aunque con el paso de los minutos fue perdiendo fuelle físicamente, y empezó a atravesar dificultades a la hora de crear ocasiones claras de gol, limitándose a centrar balones al área.

Cuando más estaba controlando la situación el equipo de Jürgen Klopp, el equipo de Guardiola logró la igualada por medio de Leroy Sané, que batió al guardameta Karius con un potente disparo de pierna izquierda. Tras el gol del empate, el equipo mancunnian recuperó el timón del enfrentamiento empezando a tener más posesión del balón, que no había tenido hasta entonces, y que solamente llegó a tener en los 20 últimos minutos, y más control en el juego, ante un rival que rebajó su presión, y que únicamente se acercaba a la portería contraria, sin peligro, cuando aprovechaba las impresiciones visitantes en campo contrario, que en el día de hoy no eran pocas.

Chamberlain abrió el marcador con un potente disparo | Foto: Premier League.
Chamberlain abrió el marcador con un potente disparo | Foto: Premier League.

Superioridad sorprendente de los locales que habían terminado peor

El segundo tiempo comenzó con un Liverpool mucho más decidido que había recuperado su gran presión sin balón en los últimos metros, y que estaba generando un enorme peligro cuando recuperaba el balón en los últimos metros. Ante un rival muy indeciso, que quería controlar un partido que estaba siendo una olla a presión que estaba pitando, pues no era capaz de mantener el esférico lo suficiente como para establecer un dominio de balón.

Mientras que su contrincante estaba siendo mucho más decidido, y su pretensión ya no era la de dominar la pelota, sino la de ser más peligroso, sin importarle que el partido se convirtiese en un correcalles. Firmino adelantó al equipo local en el marcador, tras ganarle la posición a Stones y batir a Ederson con una vaselina. Posteriormente, Mané encarriló el partido con un potentísimo disparo de pierna izquierda desde la frontal, que entró por la escuadra. Y finalmente, en un día realmente aciago para el líder de la liga, Ederson despejó erróneamente en una salida, y Salah anotó el cuarto desde el centro del campo.

Firmino pudo con Stones y definió de manera exquisita | Foto: Premier League.
Firmino pudo con Stones y definió de manera exquisita | Foto: Premier League.

Tras esa avalancha goleadora del conjunto local, el conjunto skyblue se afianzó con el balón en los 20 últimos minutos de juego, en los cuales, tras un tramo posterior al cuarto tanto de Salah, que fue de shock y de asimilación del KO, se volcó mucho más en ataque y buscó el gol del honor, mientras que el Liverpool que tuvo una fase de presión tan asifixiante como llamativa, dado el desgaste físico que ha realizado durante todo el partido. 

Tras el cuarto gol, había retirado a la mayoría de sus tropas de la zona de ataque, y se dedicó a atacar únicamente cuando recuperaba tras una error en la entrega de los visitantes, tal y como planteó el partido en los últimos minutos del primer tiempo con empate a uno, que con el partido sentenciado ganaron presencia en campo rival. Bernardo Silva, que entró en el campo tras el cuarto tanto en el lugar de Mohamed Salah, recortó distancias, tras batir a Karius con un disparo de pierna izquierda en el corazón del área.

Tras el tanto, el equipo red que vio peligrar la victoria, renunció definitivamente al ataque, y con balón únicamente se dedicó a circularlo, para dejar pasar el tiempo. Pero todavía le quedaba un último susto a la parroquía scouser cuando Gündogan anotó el 4-3 rematando a placer en el interior del área, ante la pasividad de una defensa, que fue la otra cara del Liverpool. Después de ese tanto que llegó en el minuto 90, con 240 segundos por delante, el City solo tuvo una oportunidad de intentar recuperar su invicto en liga, un libre indirecto botado por De Bruyne desde la derecha, y que Agüero envió al lateral de la red.

Gundogan le dio vida a los Citizens pero no alcanzó | Foto: Premier League.
Gundogan le dio vida a los Citizens pero no alcanzó | Foto: Premier League.
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Sobre el autor
Tarek Guerrero
Redactor de fútbol inglés en VAVEL España.