Todo comenzó en aquel receso entre junio y agosto, en donde Pep Guardiola y su Manchester City terminaron en la tercera ubicación por debajo del vigente campeón, Chelsea, y del escolta, Tottenham. Desde ese entonces, el entrenador español, que estaba haciendo sus primeros pasos dentro de la Premier League, comenzó a ejecutar la gran billetera que tiene el club ‘Citizen’, con el multimillonario jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan como propietario, para gastar un total de 246,80 millones de euros en traer jugadores tales como Benjamin Mendy, Kyle Walker, Bernardo Silva, Danilo y Ederson.


En ese momento, Guardiola supo que, si quiere quedarse con el trofeo de la Premier League, debía tener un equipo más que a la altura frente a los rivales que se enfrentaba que iban a ser más que complicados. La primera prueba fue ante el recientemente ascendido Brighton, en el Falmer Stadium, el equipo “Ciudadano” comenzaba con el pie derecho al llevarse los tres puntos tras ganar por 2-0 gracias a los goles de Sergio Agüero y Lewis Dunk desde los doce pasos.


Luego, llegó el turno de recibir al Everton en el Etihad Stadium, en lo que fue la primera igualdad. Primero, un ex Manchester United, Wayne Roony, fue el encargado de silenciar a todos los “Citizens” que estaban presenciando el espectáculo, pero, Raheem Sterling a cinco minutos del final puso la cifra definitiva de 1-1 para que delire, definitivamente, el Etihad Stadium.


Exactamente una semana más tarde, se daba lo que sería una tormenta de triunfos de forma consecutiva nunca antes vista en esta competición. La primera víctima de ese tramo fue el Bournemouth, que había comenzado ganado con gol de Charlie Daniels, pero Gabiel Jesús y Sterling en el minuto 97 le dieron el triunfo final al Manchester City.


Con gran rendimiento, el equipo de Guardiola se volvía una aplanadora para quien se le ponía por delante. No perdonaba. El ex entrenador del Barcelona empezó a implementar su sello de equipo ganador que siempre tiene la mente en el arco rival, con la pelota trasladando la pelota al pie y al ras del piso, con jugadores como Leroy Sané como una figura clave y determinante a la hora de desequilibrar y asistir a dos jugadores encendidos que no perdonan, como Agüero y Sterling.


Debido a su buen fútbol y contundencia, consiguió ganar 18 partidos de forma consecutiva, superando al Chelsea, con 13 encuentros ganados de la misma manera, y hasta al Arsenal de los “Invencibles” de la temporada 2003/2004, que eran los que en la actualidad mantenían el récord. Pero más allá del hito, en sus conferencias, Guardiola siempre hizo mucho hincapié en la necesidad de ganar todos los títulos que el equipo ‘Ciudadano’ tenga por delante para consagrarse definitivamente.


Hoy, el Manchester City está un escalón por encima de todos, con la ilusión, hasta el domingo anterior, de poder repetir lo que sólo el equipo “Gunner” logró conseguir en los 25 años de historia de la Premier League: no perder ningún encuentro en la temporada. Pero, enfrente se le cruzó un rival que podría estar mucho más arriba de lo que se encuentra en estos momentos, si solo encontrara la regularidad que tanto le falta. 

Liverpool fue el encargado de vencer a este Manchester City que parecía que nadie podría derrotarlo y, además, no tuvo piedad. Primero fue Alex Oxlade-Chamberlain, justamente un ex Arsenal, el que abrió la cuenta para los “Reds”, mientras que Sané fue quién puso el 1-1 al cierre de la primera parte.

Luego, Roberto Firmino, Sadio Mané y su goleador, Mohamed Salah, marcaron cifras definitivas para el tanteador del Liverpool, más allá de que, sobre el final, Bernardo Silva y Gündoğan descontaron para los “Citizens” y pusieron un poco de suspenso en lo que fue uno de los mejores partidos que se jugó hasta el momento en esta temporada de la Premier League, tanto por lo hecho en el campo de juego como por la necesidad de los de Klopp de sumar de a tres, además del evento principal que fue la primera derrota del City en esta competición.


Más allá de haber perdido el invicto, el Manchester City todavía conserva el primer puesto de la Premier League, siendo, además, el más serio y firme candidato a sumar este trofeo a sus vitrinas, como en la temporada 2011/2012 y la 2013/2014, lo cual sería su cuarta liga, ya que su escolta, el Manchester United, se encuentra a 12 puntos de distancia.