El encuentro comenzó con un tímido dominio del conjunto dirigido por Sam Allardayce, que en los primeros instantes de juego, tuvo más posesión de balón, y la pudo mover más cerca de la portería de Karnezis, con un cierto peligro en alguna acción. Ese tramo fue bastante corto, pues tras la presentación inicial, los toffeees retrocedieron las líneas radicalmente con la intención de salir al contraataque. Aunque no lo lograron durante varios minutos, pues se estaban encontrando con un equipo dirigido por Javi Gracia, que tras un comienzo titubeante, se iba convirtiendo en el dueño del partido a base de intensidad, y logró adueñarse del esférico e instalarse en campo contrario, donde logró generar varias ocasiones terminando las jugadas, lo cual resultaba fundamental para los intereses de los locales.

Dominio de menos a más de los locales en una batalla física

Después de los primeros minutos de juego, el conjunto aurinegro siguió siendo dueño del partido, teniendo el balón con bastante continuidad, y circulándolo con bastante velocidad, aunque le estaba costando terminar las jugadas por el centro, como consecuencia de la defensa de tres centrales planteada por su oponente. Pese a todo, las ocasiones seguían brillando por su ausencia, y la cercanía del descanso  comenzaba a persuadir al Watford de que dejase de buscar el gol, y de que guardase la energía para los segundos 45 minutos, temeroso también de marcharse en desventaja al descanso. De hecho, fue el conjunto de la ciudad del Liverpool el que más controló la situación, teniendo más el esférico, aunque no consiguió crear ninguna ocasión antes del descanso, pese a sus intentos de buscar a sus atacantes en largo.

Monopolio de los de Javi Gracia con más brillantez en los últimos minutos

El segundo tiempo también fue dominado por el conjunto londinense, que tuvo el cuero con bastante constancia, y buscó la portería rival con bastante ahínco, aunque con ningún acierto, ante un oponente que a pesar de que mantenía sus líneas de presión a una buena altura, no pensaba en otra cosa más que en defender, olvidándose cada vez más de atacar, conforme pasaban los minutos. Únicamente renunciaba a replegarse como medida de protección, ante un posible asedio, viendo lo poco que le duraba la pelota ante la buena presión de los locales. Aunque lo cierto es que durante muchos minutos le funcionó, pues los ataques del equipo dirigido por Javi Gracia eran más llegadas que remates, le faltaba bastante profundidad, y en las ocasiones en las que concluyó las jugadas, se topó con un buen Pickford, que nada pudo hacer para impedir que a falta de diez minutos, Deeney adelantase al Watford con un disparo potentísimo desde dentro del área, que entró por la escuadra rompiendo la red.

Tras el gol, el Everton realizó varias sustituciones ofensivas intentando remediar la situación, aunque no consiguió crear peligro en ningún momento, pues el rival con el que se estaba enfrentando es un equipo muy bien trabajado desde la llegada de su nuevo entrenador, con la que además ha empezado a jugar mucho mejor al fútbol sin dejar de lado su poderío físico. Todo eso era lo que le empujaba a seguir teniendo el balón lejos de su portería, e incluso a buscar la portería contraria, aprovechando los inexplicables espacios que le concedía el cuadro toffee con su despliegue ofensivo, pues no estaba prácticamente nada el balón. De hecho, su oportunidad más clara del duelo la tuvo en un córner rebotado por la defensa local, que Tosun remató de cabeza sin suerte, y de esa manera concluyó el partido, con el Watford manteniendo su buena dinámica como local.