Las estadísticas no fallaron y Catgas Energía sumó una nueva derrota en la Salobreja -ya van cuatro en cinco visitas- ante un Jaén que dominó de principio a fin el encuentro. Ambos necesitaban los tres puntos, pero los catalanes se presentaron en tierras andaluzas como si ya hubieran perdido el encuentro antes de que la pelota echara a rodar. Sin intensidad, sin conexión y sin profundidad estuvieron siempre a merced de un Jaén que salió enchufado desde el primer segundo. 

Jaén somete a Catgas en la primera mitad

Las ocasiones jienenses se sucedieron en los primeros compases y mientras Cristian ejercía de salvador el resto de compañeros no sabían ni cómo pasar de medio campo. Con un guion tan claro, el gol no tardó en llegar. Campoy no perdonó el jugadón por banda izquierda de Dani Martín, que sirvió el gol en bandeja al catalán. 

A pesar de no mostrar una idea de juego clara, si algo ha fichado Catgas este verano es calidad. Ari se echó el equipo a la espalda y fue el único que inquietó a Didac. Fue el brasileño quien sorprendió a todos para conectar con Ximbinha y poner el empate de jugada de estrategia. 

No obstante, el gol fue un espejismo y Jaén siguió dominando el partido. Así, primero Chino y después Iago Míguez en propia, pusieron el 3-1 con el que se llegó al descanso.

Chino sofoca la rebelión colomense

Tras una primera parte horrible en todas las facetas, los visitantes intentaron cambiar el guion del partido subiendo la presión a los de Dani Rodríguez. Aunque sin ocasiones claras, las fuerzas se igualaron y los locales dejaron de llegar con tanta claridad a la meta defendida por Cristian. 

Todo el plan visitante se desvaneció cuando Campoy recuperó en área rival y cedió el balón a Chino, que firmó su doblete con un gran disparo a la escuadra. El cuarto tanto noqueó a los de Óscar Redondo, que encajaron el quinto apenas dos minutos después. 

Con pocas esperanzas de remontada apareció, una vez más, la calidad brasileña para abrir un rayo de esperanza. Ximbinha aprovechó el regalo de Burrito en la salida de balón para batir a Didac y poner el 5-2 en la Salobreja. El tanto del brasileño, que provocó acto seguido la quinta falta, envalentonó a los visitantes, que pusieron el 5-3 dos minutos después con gol de Iago Míguez. 

Con la mente más puesta en atacar que en defender, Jaén sentenció el encuentro. Al igual que en el cuarto gol, Mauricio recuperó en campo contrario y Chino firmó su hat-trick y estableció el 6-3 definitivo. 

Ari y Ximbinha no bastan en la Salobreja

Las estadísticas ponían muy cuesta arriba el partido para Catgas. Con solo un punto en cuatro visitas a la Salobreja, los catalanes parecieron saltar a la pista como si supieran que iban a perder una vez más. Para dificultar más el encuentro, Pol Pacheco se lesionó en el calentamiento y no disputó ni un minuto. Javi Rodríguez, que salía de una lesión, tampoco intervino en el juego, de manera que Catgas afrontó el encuentro con solo tres relevos.

Con una plantilla corta, el rendimiento de todos tus efectivos es vital para funcionar. Sin embargo, las piezas todavía no han encajado y la fluidez de juego colomense es inexistente. En la Salobreja, solo Ari y Ximbinha hicieron valer su calidad para mantener con vida a un Catgas que frenó cualquier intento de remontada con sus propios errores. 

Jaén, plantilla y juego consolidados

A pesar de que el proyecto de Jaén cuenta, al igual que el de Catgas, con muchas caras nuevas, se mostró en la Salobreja con una idea consolidada y un mayor entendimiento de sus hombres

Los de Dani Rodríguez anularon la salida de balón visitante con una gran presión en campo contrario. El juego 2-2 de los colomenses no tuvo la profundidad necesaria y Cristian tuvo que actuar como falso cierre en muchas ocasiones para generar apoyos a sus compañeros. 

Por su parte, Jaén movió la pelota en 3-1 buscando el apoyo del pívot -Bingyoba ganó la partida a los cierres- para generar superioridad en banda contraria o llegar a línea de fondo con un giro rápido. Los visitantes se vieron desbordados en muchas fases del juego porque ni frenaban el ataque local ni gozaban de oportunidades para llegar a la meta de Dídac.