Un partido más sin vencer en Anaitasuna y ya van seis temporadas. Los derbis fuera de la Ribera son una quimera para el Aspil Vidal, que aún no sabe lo que es ganar -desde que ascendió a Primera División- en la cancha de su eterno rival. Ayer rozó la machada pero Eseverri lo impidió por partida doble. Fue un partido marcado por la polémica, en el que Gus y Sergio González acabaron expulsados. Decisiones arbitrales a un lado, el maleficio de los de Pato se prolonga un año más y Osasuna Magna sigue imbatido en Liga

Era, quizá, el derbi más desequilibrado de los últimos años. Mientras que los de Arregui han mantenido su columna vertebral y ha habido continuidad para que las piezas encajen y asimilen sus conceptos, el Aspil ha ido perdiendo a sus piezas más cotizadas y se ha rehecho a base de cesiones de jóvenes talentos. Así, los riberos han cambiado su objetivo de aspirar al play-off a salvarse en primer lugar para ver a qué se puede llegar después. Sin embargo, un derbi no es un partido cualquiera y las fuerzas parecen igualarse. Tanto que los de Pato apunto estuvieron de dar la sorpresa y llevarse el encuentro

La falta de ritmo benefició a Aspil

El Xota no se sintió cómodo durante buena parte del encuentro, como bien dijo Asier tras el pitido final. El partido intersemanal de Copa en Palencia mermó las fuerzas de los verdes y Pato se aprovechó de ello. Planteó un partido incómodo, con mucho repliegue defensivo pero mordiendo en campo contrario con criterio. Así nació el primer gol. Presión sobre Bynho, que no midió bien los tiempos y puso en bandeja el primer gol visitante. 

Pero si algún equipo entiende de presión al rival ese es el Magna de Arregui, que ahogó en su propia pista al Aspil, incapaz de llegar a campo contrario. La pista se inclinó hacia la portería de Gus, que rechazó todo lo que pudo hasta una gran combinación entre Rafa Usín y Araça, que convirtió en gol el cierre brasileño

El juego de cuatro visitante no fue efectivo. La falta de un hombre referencia como Pedro lastró la profundidad de los de Pato, que solo inquietaron a Asier a la contra o a balón parado. Así llegó el segundo tanto. Bynho, completamente pasado de revoluciones, cometió la sexta falta sobre Hamza e Iago Rodríguez no perdonó desde los diez metros. Antes, Usín había fallado desde el doble penalti la posibilidad de adelantar a los suyos. 

Minutos de locura en la segunda parte

Salvo un par de llegadas peligrosas en los primeros compases de la reanudación, la segunda parte se convirtió en una espiral de fallos y malas decisiones en ambos equipos. Magna lo intentó pero faltó velocidad en las transiciones y frescura de ideas arriba, ante un Aspil Vidal que no tuvo reparo en encerrarse para limitar el poder ofensivo de sus vecinos. Si no puedes atacar como quieres, defiende todo lo que puedas, debió pensar Pato; y la jugada salió bien hasta que Arregui apostó por el juego de cinco

Un pase fuerte al segundo palo y un rebote -los de Aspil se quejaron por manos- permitió que Eseverri pusiera el empate a falta de dos minutos para el final. La valentía de Arregui, que buscaba la victoria para no perder la estela de Movistar Inter, casi le cuesta el partido. Ferrán Plana aprovechó un error en el pase para marcar a portería vacía

Solo quedaba un minuto, pero sesenta segundos en fútbol sala pueden hacerse muy largos. Dio tiempo a un penalti muy dudoso sobre Eseverri -que él mismo transformó- y a las expulsiones de Gus y Sergio González, por sus quejas a  las decisiones arbitrales. 

El reparto de puntos permite a Osasuna Magna seguir invicto en Liga después de seis jornada. El Aspil, por su parte, se coloca a tres puntos del play-off