No siempre se puede ganar y en una final no hay rival fácil. Siempre toca sufrir y apelar a un poquito de fortuna para que al final todo te sonría. Durante muchos años todos estos factores han estado a favor de la selección española, sin embargo en Ljubljana la historia iba a dar un giro. Portugal se proclamó campeona de Europa por primera vez en su historia después de derrotar al combinado de José Venancio López por tres goles a dos. Un choque que arrancaron ganando desde el primer minuto los lusos, un choque en el que a España le tocó picar piedra para remontar el partido y que empató el equipo de Jorge Braz en el último minuto. En la agónica prórroga un doble penalti de Bruno Coelho dio a los portugueses su primer título europeo.

Ricardinho no faltó a la cita

Los buenos jugadores nunca faltan a este tipo de citas y si nos referimos al mejor jugador del mundo la duda casi que ofende. Al astro portugués le bastaron 59 segundos para demostrar que tenía a España enfilada desde antes de que comenzara la competición. Miguelín se equivoca en la salida de balón, Bruno Coelho lucha con todo por llevarse la pelota y el cuero le llega a Ricardinho que la revienta a la escuadra. Imposible para Paco Sedano que estaba saliendo de la portería y que ni la vio.

Ricardinho y Bruno Coelho festejan el 1-0 | Foto: UEFA
Ricardinho y Bruno Coelho festejan el 1-0 | Foto: UEFA

Como frente a Kazajistán a la roja le tocaba remar contracorriente, una corriente que pasaba por una defensa al hombre de Portugal muy complicada de romper para los de Venancio. André Sousa tuvo que esforzarse en algún lanzamiento exterior pero con poco peligro para lo que acostumbraba la campeona de Europa. Las rotaciones fueron desgastando a los lusos, que se iban a cargar de faltas en el tramo final de primera parte y eso les obligó a reducir la presión. España se aprovechó para romper el cerco antes del descanso. Paralela perfecta de Lin y Tolrà define muy bien cruzando la pelota ante la salida del guardameta. Premio para el jugador del Barcelona del que se rumoreaba que estaba castigado por el seleccionador por sus errores en el encuentro inicial ante Francia.

España se adelantó, luego perdonó y lo pagó

En la segunda mitad la pelea por llevar la iniciativa y tener las ocasiones fue mucho más dura que en el primer tiempo. Portugal no podía permitir que España llevara a su terreno el partido, pero los pesos pesados del combinado rojillo tomaron la palabra. Aparecieron los Pola, Miguelín y Ortiz para dar seguridad al juego español y al mismo tiempo emergió Lin, que hizo su mejor partido después de una Euro más que discreta. Precisamente el número 8 adelantaba a España a 8 minutos para el final del choque con una jugada de estrategia. Poco puede sorprender porque ha sido la clave de los hispanos en la competición. Miguelín ejecuta una falta cerca del área, los lusos se despistan en las marcas y al segundo palo aparece Lin para colocar el 1-2.

Lin colocaba a España por delante | Foto: UEFA
Lin colocaba a España por delante | Foto: UEFA

La historia parecía repetirse de nuevo. El partido se endurecía y los dos equipos llegaban al límite de faltas. Y al final tuvo repercusiones. Pany Varela derriba a Solano y el colegiado indica la sexta falta y el doble penalti para España. Jorge Braz estuvo rápido y dio el relevo en la portería a Sousa para que entrara Vítor Hugo, y fuera por el cambio o no lo cierto es que Miguelín la mandó al larguero y desaprovechó la ocasión. La roja perdonó y las cosas se le volvieron en contra. Portugal sacó portero jugador a la desesperada y a poco más de un minuto para el final aparecía Bruno Coelho para empatar el partido. Jugada perfectamente ejecutada y bien definida por el número 7 al segundo palo. Otra vez el clan Coelho siendo definitivo para su selección. La final a la prórroga.

Otro ‘coelhazo’ que vale un título

Puesto que le había salido bien, Portugal no quiso dejar a España maniobrar de nuevo. Braz alternó jugadas en estático con acciones de portero jugador, incluso con su mejor jugador fuera de combate. Casi como una película que crees haber visto antes pero de la que no recuerdas el final, así ocurrió emulando a lo que ocurrió en la pasada Eurocopa de futbol que se llevó la propia Portugal. Cristiano Ronaldo cayó lesionado y su equipo tuvo que aganar sin él; aquí se lesionó Ricardinho y su combinado tuvo que emplearse a fondo sin él. Un pisotón en el tobillo de su compañero en Inter, Pola, le dejaba dolorido en la banda sin poder reaccionar.

Eso no detuvo a sus compañeros que sufrieron en la primera parte de la prórroga. Los españoles tuvieron sus opciones pero perdonaron y los que perdonaron también fueron los colegiados con su criterio cambiante. No se atrevieron a pitar dos faltas bastante claras que sufrió la roja y si que estuvieron ligeros para indicar el doble penalti a favor de los lusos y de paso compensar con el errado por Miguelín. Derribo claro de Solano y lanzamiento justo que Bruno Coelho puso lejos del alcance de Sedano. A la izquierda del meta del Barcelona y ajustado al palo, tanto que tocó en este y se fue para adentro. Era el 3-2.

Bruno Coelho celebrando el tanto de la victoria | Foto: UEFA
Bruno Coelho celebrando el tanto de la victoria | Foto: UEFA

España tenía 55 segundos, hizo lo que pudo y la tuvo. Bebe remató en semifallo y entre el palo y André Sousa sacaron las esperanzas del combinado de López. Portugal se proclamaba campeona de Europa por primera vez en su historia y ampliaba el palmarés a cuatro ganadores en toda la historia de la Euro. La que más ha demostrado en el torneo ha sido la que ha ganado. El combinado español no tuvo ese punto de fortuna de otras ocasiones y se quedó con la miel en los labios. El futbol sala sigue creciendo.