Tuvieron que celebrarse 26 ediciones para que un equipo andaluz ocupara una de las ocho plazas que la Copa de España tiene reservadas a los mejores de la primera vuelta en la Primera División de la LNFS. No había ocurrido antes. Ni Caja San Fernando de Jerez, ni Deportes Blanes de Almería, ni CajaSur Córdoba, ni Obrero Aquasierra, ni El Ejido FS. Fue el Jaén Paraíso Interior el primer representante andaluz en la competición más intensa del fútbol sala nacional. Y lo hizo tras remontar por dos veces al Peñíscola Bodegas Dunviro, que llegó con la intención de sobreponerse a la intensidad de La Salobreja y, de hecho, lo hizo durante gran parte del partido, pero acabó por caer en suelo enemigo.

Jaén FS es un equipo que encaja pocos goles, como ya es sabido (el que menos, 27, junto a ElPozo Murcia), pero para la cita histórica de este sábado no podía contar con dos de esos puntales en la retaguardia. José López y Fabián Robledo, los cierres de oro de Dani Rodríguez, no se encontraban disponibles para afrontar a los pívots castellonenses Juanqui y Solano, auténticos dominadores del juego de espaldas. Por ello, el míster local dio la titularidad a Juanlu, que no había disputado muchos minutos en la temporada, para que batallara con los corpulentos. El madrileño, que se alternó en la posición con Carlinhos y Emilio, respondió eficazmente a la tarea que se le encomendó. Peñíscola, por su parte, también tenía las bajas de Fran Conde y de Charly Maza (este último, desde hace varias semanas).

El encuentro, desde los primeros instantes, comenzó a dominarlo Peñíscola. La inesperada titularidad de Ureña dotó al equipo de un extra de motivación. El jiennense fue el más incisivo de los suyos en su vuelta a casa, en la que tuvo un par de ocasiones para inaugurar el marcador (una de ellas, con una preciosa volea). Cogió su testigo Juanqui, que en un córner controló la pelota sin mayor compañía que su sombra en el corazón del área y ajustició a Prieto, que poco pudo hacer. Habían pasado tres minutos y de Jaén lo único que podía rescatarse era un "regate de amago con el cuerpo" de Rojas en una contra que los locales no supieron finalizar.

Se producía entonces una imagen poco dada en La Salobreja: Jaén Paraíso Interior notaba flacidez en sus piernas y nervios en la cabeza. Peñíscola aprovechaba la indecisión de su contrario para morder a toda pista con una defensa individual que provocaba despejes excesivos en los andaluces. El capitán Juanqui seguía fracturando la zaga contraria, ya que se emparejaba con jugadores poco dados a mover rocas de esas dimensiones, como Rojas. Chino, en los amarillos, se creó espacios en una ocasión en banda, pero su pase a apenas unos metros de la meta de Iván no encontró más destino que el techo. Poco a poco, se sucedieron entradas al balón desmedidas y agresivas por parte de ambos bandos. Los árbitros, demasiado permisivos, favorecieron la continuidad de las mismas.

Era habitual ver a algún efectivo por los suelos, vistiera de amarillo o azul. En esa lucha de fuerzas, los castellonenses estuvieron más arduos y hábiles, por lo que cada pelota dividida fácilmente les beneficiaba. Eran varias pérdidas las que Jaén cometía y demasiadas facilidades para la contundencia de los visitantes, que causaban peligro en cada acción. No obstante, algún robo posibilitaba la salida en largo de Campoy o Chino, sin suerte para ninguno. Dani Martín saltó a la cancha y ofreció más dinamismo y rapidez, y fue como agua fresca tras dos días en el Gobi. El salmantino tiene esa capacidad para transmitir confianza a sus compañeros y, en una de las primeras que tocó, enlazó tres, cuatro o 500 regates cortos en dos segundos y al salir de tres contrarios remató a la escuadra de Iván. Era el octavo gol en siete partidos del pívot, que lo celebró con rabia, pero que fue insuficiente para contener a Peñíscola, que en el mismo minuto alcanzó de nuevo la ventaja en el luminoso después de que Míchel colara su bota y el balón entre una marabunta de piernas. Lo celebró, claro, con los suyos, venidos desde Mengíbar, y se llevó a la cancha otro saco de silbidos.

Al Jaén se le venía otra vez encima el resultado, pero comenzó a coger temperatura pese a los chuzos de punta que Ureña y Solano les mandaban a Prieto. Juanlu, por dos veces, contribuyó en ataque a lo bien que lo hizo en defensa y sacó dos potentes disparos que Iván despejó. Y no sería la última acción en la que el guardameta visitante sería protagonista, ya que también desquició a Campoy y Cuco en otras tantas. El ambiente seguía caldeado y las tarjetas amarillas volaban (cuatro en la primera parte y cinco en la segunda). Peñíscola llegó a cinco faltas y, cuando el reloj marcaba 35 segundos para el descanso, cometió la sexta. Emilio Buendía anotaría desde el doble penalti y conseguiría nuevamente el empate, lo que inmediatamento inyectó oxígeno en los pulmones locales.

Peñíscola exigió a Jaén que se empleara a fondo, aunque el cuadro andaluz tenía en el repliegue defensivo su mayor carencia, incapaz de contener a los hombres grandes que tenía enfrente. A la vuelta del vestuario, los locales se mostraron más concentrados en pases y sensaciones. De hecho, hasta la estrategia —que pocas veces da su consentimiento— permitió que Carlinhos embocara a gol tras un saque de falta ejecutado por Jordi Campoy. La primera vez que el Jaén Paraíso Interior se adelantó en el resultado fue premiado por la afición con un fervor desmedido (porque gritaron "olés" a tutiplén) e incomprensible (porque faltaban 16 minutos para el final). Fue entonces cuando Solano, que conoce cada rincón de esa pista, encadenó hasta tres remates con peligro en el arco de Prieto. Ya no hubo "olés", sino más "joder...".

Con el ímpetu que proporcionan las prisas por anotar, el equipo de Carlos Sánchez ganaba peso en el encuentro, pero esa intensidad estaba cohibida porque más de la mitad de la plantilla (seis) tenía una amonestación a sus espaldas. Pese a ello, Prieto tuvo que aparecer en varias ocasiones, cuando Gonzalo voleó, al igual que Carlos Anós. Este último cargó con su equipo cuando el cansancio apareció y protagonizó varias jugadas de auténtico mérito. No obstante, no tuvo suerte en la finalización. A falta de tres minutos para la conclusión, el míster castellonense vistió a Yeray de portero-jugador y a punto estuvieron de anotar el empate, aunque Anós mandó el balón alto cuando en la esquina era el único hombre frente a Prieto. Antes del pitido final, Cuco logró el cuarto a portería vacía y desató el éxtasis en las gradas.

Los jugadores, tras el último pitido, se abrazaron y saltaron para celebrar la histórica clasificación para la Copa de España, ya que la victoria les ponía con dos pies en Ciudad Real. También recuperaron la cuarta plaza, que les arrebató un día antes Palma Futsal. Peñíscola, en cambio, pese a la buena imagen, aún no está clasificado y es sexto con 21 puntos. Necesitaría, al menos, uno de los dos partidos para ser uno de los ocho en la capital manchega.

Dani Rodríguez cree que es un premio merecido

El entrenador, tras la victoria, aseguró que la recompensa es justa: "Creo que el equipo, durante esta primera vuelta y a falta de dos jornadas, se lo estaba mereciendo y hoy ha sido un partido muy completo, de mucha lucha y el equipo ha estado muy bien a pesar de las bajas que teníamos". También tuvo palabras para la pareja arbitral, que no le terminó de convencer porque no supo "el listón que ha querido poner". "Había faltas que no se pitaban, tarjetas amarillas que tampoco, y han querido demostrar que no se achicaban ante 1.000 personas. Eso no quiere decir que no se hayan equivocado. Una cosa es que el listón lo pongas alto y otra que piten lo que se tiene que pitar. Me sorprende que crean que yo tengo el poder de echarles a 1.000 personas encima, pero yo creo que la gente ve lo que ve y cuando había tarjetas amarillas en nuestra contra no se ha protestado ni oído nada en la grada. Luego, ha habido cosas como la expulsión o los saques de banda sin su orden que podían ser amarilla, faltas por detrás que no eran sancionadas, brazos que impactaban...", declaró.

También analizó al rival: "Sabíamos a lo que venían, el problema es que en la primera parte se les ha permitido todo. Si no llega a ser así, el partido sería menos caliente y más vistoso. Ellos se han encargado de ir a todas, aupados porque se les permitía todo, y el equipo se ha rehecho bien de los dos goles, que han sido dos mazazos, y este equipo, cuando tiene que entrar a la pelea, también entra". Respecto a la novedad de Juanlu en el cinco inicial, expresó que el madrileño esutvo "muy bien". "Ellos tenían referencias claras y dos grandes jugadores. Tanto Carlinhos como Emilio y Juanlu, que es el partido donde más minutos ha jugado, creo que lo han hecho perfectamente y no se les puede poner ningún pero", continuó.

En cuanto a Borja Blanco, aseveró que no debutó porque "era un partido demasiado físico y caliente". "Entró en la convocatoria por la lesión de José López y esperemos que el siguiente partido en Manacor pueda disputar algunos minutos", dijo. Por último, se mostró orgulloso de su plantilla: "Tenemos mucho trabajo encima y jugadores que hemos visto hoy que sienten lo que están haciendo y tienen ilusión en hacer lo que están haciendo. La Copa se prepara para un partido. Lo que significa es que hemos hecho una gran primera vuelta. Sólo hemos perdido con los dos grandes y tuvimos opciones hasta al final. Todavía sigo diciendo que no se le puede exigir al equipo más de lo que puede dar y la plantilla todavía no está para ser cuarta".