La historia siempre otorga una oportunidad más para escribir un renglón más en ella, y eso es lo que ha hecho Kazajistán en el Europeo de fútbol sala. Si el Europeo ya nos había deparado sorpresas como la victoria de la anfitriona, Serbia, ante Portugal o la clasificación a semifinales de la propia selección serbia en el último segundo ante Ucrania, ahora tocaba quizá la más grande de todas. Italia, vigente campeona de Europa, y una de las máximas favoritas a llevarse el título, era eliminada por Kazajistán, selección con un potencial increíble. Italia no se esperaba la incipiente calidad de los kazajos, casi desconocida hasta el momento para los aficionados al fútbol sala, y era eliminada por el combinado dirigido por el brasileño Cacau.

Las sensaciones eran bastante positivas para la selección italiana antes de llegar a este partido, ya que venía de ganar los dos partidos de su grupo y no recibir ningún gol en contra. De hecho, junto a España, los de Roberto Menachelli eran la selección que parecía más fiable. Sin embargo, el rendimiento de los kazajos era toda una incógnita e Italia no fue capaz de vencerlos en el último partido de los cuartos de final.

Dominio sin balón de los kazajos

Kazajistán tuvo controlado el partido en todo momento. A pesar de que los de Cacau no pasaron demasiados sobresaltos en la primera parte, Italia intentó poner su propio ritmo al juego con mucha posesión de balón, pero los kazajos no se lo permitieron demasiado. Además, cada vez que los de Roberto Menachelli se acercaban por el área defendida por Higuita, el guardameta se interponía en cualquier ocasión de gol de los italianos. Kazajistán intentaba sorprender a Italia a base de transiciones rápidas y, cuando se veía demasiada agobiada por la presión de los italianos, Cacau decidía utilizar el power play con el propio Higuita y obligaba a echarse atrás a los de Roberto Menachelli para no ser sorprendidos en inferioridad. Así pues, el empate persistió durante casi todo el primer tiempo. Con el dominio del balón de Italia y la fortaleza táctica defensiva de los kazajos el encuentro se estaba convirtiendo en todo un espectáculo.

Yesenamanov y Dovgan celebrando el 3-1 | Foto: UEFA

Lo más lógico, por trayectoria y por historia, era que tarde o temprano Kazajistán no aguantase y terminase claudicando ante una de las mayores potencias mundiales del fútbol sala como Italia. Pero esto no pasó. De hecho, los de Cacau se marcharon ganando dos tantos a cero antes de la llegada del descanso. El primero de los goles era obra de Leo, que en un saque de esquina sacado por Suleimenov disparaba desde lejos e introducía la pelota en la portería con algo de ayuda por parte de Mammarella, portero italiano. El gol de Kazajistán no hizo más que azuzar a los kazajos y apenas tres minutos después, llegaba el 2-0. Leo sacaba de banda y dejaba solo a Zhamankulov ante Mammarella y tras rematar al larguero y hacerse con una serie de rebotes, el '5' de Kazajistán doblaba la ventaja en el marcador para su selección.

La primera mitad llegaba a su fin con la sorpredente victoria de Kazajistán frente a Italia. Los chicos de Roberto Menachelli habían sido superados en todo momento por los kazajos, que gracias a su juego con portero jugador y su efectividad de cara a gol, junto a la inestimable ayuda de Mammarella en los dos goles, ganaban los cuartos de final a Italia.

La reacción italiana fue frenada por Higuita

El segundo tiempo pareció tener otro guion diferente con respecto al primero gracias al buen comienzo de Italia. Cuando aún no habían transcurrido ni siquiera tres minutos de la segunda mitad, la selección transalpina recortaba distancias. Ercolessi se inventaba una exquisita jugada individual y decidía poner el balón al segundo palo para que Fortino marcase a puerta vacía. 2-1 y casi toda la segunda parte para una posible remontada de los azzurri. No obstante, tan solo treinta segundos después del gol de Fortino Kazajistán conseguía meter el tercero. Un grave de Ercolessi en la salida de balón provocaba que Yesenamanov robase la pelota en primera línea defensiva y tras hacerse un lado disparase con gran fuerza y marcase el 3-1.

Douglas Jr. y Ercolessi en un lance del partido | Foto: UEFA

La reacción de Kazajistán había sido inmediata, pero Italia no podía venirse abajo. La Azzurra decidió un paso adelante para remontar el partido y comenzó a crear numerosas ocasiones de peligro. Sin embargo, a partir de ese momento emergió una figura fundamental para entender la victoria de Kazajistán: Higuita. El portero de la selección kazaja ya había realizado varias paradas de mérito en el primer tiempo, pero la ingente cantidad de ocasiones que los italianos comenzaron a crear tras el gol de Yesenamanov provocó que Higuita diese todo un espectáculo en la portería.

El tiempo pasaba e Italia no conseguía marcar su segundo gol para acercarse a Kazajistán en el marcador, así que Roberto Menachelli decidió sacar portero jugador. En un principio, el plan pareció funcionar a la perfección porque en una de las primeras jugadas, Italia conseguía el 3-2. En una magistral jugada de de power play, el balón le llegaba a Fortino, que desde la esquina pasaba atrás a Canal, quien disparaba y acortaba la distancia con los kazajos. Pero la alegría le iba a durar poco a los italianos, exactamente seis segundos. En la siguiente jugada, en otro error defensivo de Italia, llegaba el cuarto gol de Kazajistán. Yesenamanov recibía completamente solo el balón en la esquina del área y disparaba al palo. La pelota rebotaba en el poste y un instante después en Nurgozhin, que finalmente la introducía en la portería. Los de Roberto Menachelli intentaron echar el resto con el juego de portero jugador, pero lo único que encontraron fue otro gol en contra. Leo se hacía con el balón y se abría hueco para disparar desde lejos y poner el definitivo 5-2 y confirmar la victoria de Kazajistán ante Italia y su clasificación a semifinales.

Kazajistán, a semifinales en su debut

Esta victoria es histórica para la selección kazaja, ya que consigue clasificarse a las semifinales del Europeo de fútbol sala de Serbia en su debut en el torneo continental. El combinado dirigido por Cacau eliminaba a Italia, vigente campeona de Europa, que no podrá revalidar el título. Por otro lado, la Azzurra, además de no poder volver a levantar el cetro europeo, fracasa, a pesar de una fase de grupos espectacular en la que no habían recibido ni un solo gol en contra. Finalmente, Kazajistán se enfrentará a España en las semifinales por una plaza en la final del Europeo mientras que la otra selección finalista saldrá de la otra semifinal, Serbia-Rusia.