La temporada 2015/16 del Plásticos Romero Cartagena tiene muy pocas pegas. No solo están batiendo récords dentro de la propia entidad, sino que ocupan actualmente la única plaza de ascenso directo que ofrece la Segunda División.

Esta situación es merced a las 13 victorias y dos empates cosechados en las 19 jornadas disputadas. Nueve de los 13 equipos restantes de la categoría han claudicado este curso ante el conjunto cartagenero, y la cifra podría elevarse hasta 12 si los de Guillamón baten a O Parrulo, Betis y ElPozo Ciudad de Murcia en lo que queda de segunda vuelta. Hasta la fecha, el FC Barcelona Lassa B es el único equipo que ha vencido dos veces al Cartagena FS esta campaña (3-6 en 'La Bombonera' y 5-2 en tierras catalanas).

Desde luego, los grandes lastres de los de la trimilenaria están siendo los filiales. A las dos derrotas ante el filial culé hay que sumar el 3-4 que ElPozo Ciudad sacó del Wssell de Guimbarda. En total, y a falta de jugar en el Palacio de los Deportes dentro de dos meses, el bagaje de los cartageneros ante los filiales es de cero puntos de nueve posibles, constituyendo tres de las cuatro derrotas con las que cuentan los de Guillamón -la otra fue ante el Betis-.

Esto contrasta en gran medida con los resultados que Valdepeñas y Hércules, rivales del Cartagena por el ascenso directo, han firmado ante los filiales. Los de la Ciudad del Vino ganaron por partida doble a ElPozo B (8-4 y 3-5), mientras que sucumbieron estrepitosamente en Barcelona (9-1). Así pues, suman seis de nueve puntos posibles en este conteo. Por su parte, los alicantinos hicieron pleno frente a los azulgrana (4-6 y 2-1), pero no pudieron extender la racha y perdieron en Murcia por un ajustado 7-6. En otras palabras, también lograron seis puntos de nueve posibles en este conteo.

En definitiva, aunque los filiales son irrelevantes a efectos clasificatorios, sí que están marcando diferencias en la lucha por el ascenso. Aunque castellanomanchegos y herculanos sí han dado con la clave para salir airosos de estas situaciones, los filiales están resultando un escollo muy duro para los intereses cartageneros. 

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