Argentino de nacimiento, futsalero de corazón. Carlos Campos López (Mendoza, 1959) llegó a Melilla sobre la bocina apenas diez días antes de que arrancase la competición oficial, y ha tenido que encontrarse cara a cara con la delicada situación que viven sus jugadores, que llevan sin cobrar un año y medio. Aún así, el compromiso de la plantilla y los métodos de Campos han dado sus frutos, puesto que los de la Ciudad Autónoma no han sufrido para mantener la categoría. El técnico habla del fútbol sala actual, de los problemas, de sus experiencias previas y de su próximo rival, el Plásticos Romero Cartagena.

Pregunta: ¿Qué le aportó personal y profesionalmente dirigir a la selección española de fútbol sala para ciegos?

Respuesta: Fueron 25 años trabajando en el fútbol sala de ciegos y decientes visuales, que son dos selecciones distintas, y paralelamente entrenando en la LNFS hasta que no pude seguir compatibilizándolo y representando a España por el mundo, con un orgullo inigualable. También fue interesante trabajar en crear la estructura de este futsal tanto en España como en el mundo, trabajando en Asia, Africa, América Latina y toda Europa, y familiarizándome con la discapacidad visual al principio y luego en las distintas discapacidades al haber participado en tres Juegos Paralímpicos, Atenas, Beijing y Londres, algo que yo no consideraba hasta el momento, porque nadie piensa en una persona con discapacidad, o capacidades diferentes, hasta que la vida te sitúa frente a ella.

Siempre estaré muy agradecido a la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) por haberme dado su confianza para este trabajo. Para mí fue clave para terminar de entender la vida, sus circunstancias, y la igualdad entre los seres humanos. En lo profesional, si entendemos que la materia prima son seres humanos, la gestión de grupo, el liderazgo, las alegrías y tristezas ante los resultados deportivos son iguales en cualquier fútbol. El deporte nos hace a todos iguales, no hay mejor medida.

P: ¿Por qué aceptó usted el cargo en Melilla, sabiendo los problemas que había?

R: Cuando de mutuo acuerdo finalicé mi relación con ONCE, mi amigo David Córdoba me ofreció volver a entrenar en la LNFS. Me resultó altamente atractiva esta oferta y, si bien en junio fue el primer contacto con la opción Melilla, luego de otras posibilidades más exóticas y menos valoradas por mi y también de renuncias de otros entrenadores a venir a Melilla, se pudo concretar en septiembre a escasas horas de los límites administrativos. Sabía que tenían problemas, pero no sabía, que tenían tantos problemas. Sobre todo a los que atañen a una estructura de club y que repercuten en la plantilla y su preparación, los verdaderos protagonistas de todo, principal patrimonio de todo club. Y una vez dicho esto, reconozco que nunca me arrepentí de venir, la ilusión era más grande que el riesgo, y fue así.

P: Sus jugadores llevan un año y medio sin cobrar. ¿Cómo se consigue que el grupo se centre en jugar teniendo este problema alrededor?

R: Yo encontré un grupo donde todos los jugadores eran de Melilla, algo nunca visto anteriormente en el club, que por otra parte es un histórico de la Segunda División de LNFS. Sumamos a Mendiola como único “extranjero” de la plantilla, para un puesto peculiar y clave en este deporte. Pero básicamente me encontré con jugadores sumamente profesionales en el sentido amplio de la palabra, encabezados por Jorge Barroso, a quien designé capitán.

Es un grupo que tiene un alto grado de compromiso con el club, con Melilla, con su gente, que representan orgullosos en cada partido, y con la extraordinaria capacidad de separar de lo deportivo, la delicada circunstancia económica, más que nada porque creo que ellos están seguro que se solucionará el tema económico, y porque estoy convencido también que aman este deporte. De igual manera, es una situación inusual, nunca vista, y que espero que se solucione para hacer justicia con estos jugadores y dignificarlos. Me he sentido conmovido al verlos competir, conocedores de sus límites, algo primordial para hacerlo. Me emocionaron más de una de vez, y me siento orgulloso de haber dirigido a esta plantilla.

P: ¿Cómo es posible que se financien viajes en avión y no se paguen las nóminas de jugadores y técnicos?

R: El equipo debe desplazarse para competir y cumplir con el calendario de la LNFS. Según la singularidad geográfica de la ciudad de Melilla, hay que usar aviones o barcos. A partir de ahí, hay que gastar en viajes. El club ha cumplido conmigo mes a mes, la situación delicada la llevan los jugadores de Melilla, que no cobran desde hace tiempo a la espera de las subvenciones de la Ciudad Autónoma, previa justificación de anteriores temporadas del Melilla FS. Ahí está el nudo que obstruye la tranquilidad, y que espero que por el bien de todos se solucione en estos días.

P: ¿Ve posible una pronta solución a esta situación?

R: No estoy muy involucrado en los vaivenes administrativos, pero me consta que desde todas las partes se está buscando una solución urgente a esta anómala situación.

P: Usted es un veterano de los banquillos. ¿Cómo ve el fútbol sala actual? ¿Qué le falta y qué le sobra?

R: El fútbol sala que me he encontrado me ha alegrado y decepcionado en proporciones similares. Creo que se ha perdido en creatividad individual, en improvisación y espontaneidad. A veces me parece ver al talento y a la técnica individual y colectiva cautivos del sistema y los movimientos, como enjaulados, que, lejos de enriquecerlos, los posiciona en un plano inferior, secundario, quitándoles prioridad. Todo es gregario, y poca aventura, por el miedo a perder, o por darle prioridad exagerada a los sistemas defensivos, que desembocan en la poca creatividad ofensiva con pelota en movimiento en el juego mismo, excepto raras excepciones. 

Además, estoy convencido que las actuales reglas de juego mutilan mucho la creatividad y muchos detalles, pero esto es un tema más espeso. Creo que es importantísima la plataforma de Internet como apoyo clave para entrenadores -en su justa medida, porque nadie gana un partido con el ordenador en el banquillo-, pero es de vital importancia. Igual, los verdaderos protagonistas siguen siendo afortunadamente los jugadores, y mientras más información obtengan, mejor, pero el futsal es de ellos. La estructura de la Liga Nacional y sus competiciones son excelentes, creo que se han aprovechado muy bien estos 26 años de existencia, ojalá se siga mejorando en la ayuda de las estructuras de los clubes y sus responsabilidades.

P: ¿Qué opina de su rival de este fin de semana, el Plásticos Romero Cartagena?

Creo que hay que hablar de dos Plásticos Romero Cartagena. Uno hasta antes de jugar con el Hércules, con seis puntos de ventaja, su pabellón repleto de afición, y con un partido que tenía valor Primera División. Y habrá que ver su estatura anímica y competitiva a partir de ahora, que me imagino que no variará. Igual, para mi gusto, es un gran equipo, el que mejor resolvía los problemas que les planteaba el rival, con una plantilla de altísimo nivel competitivo y que siempre fue referencia en los primeros puestos de la clasificación.

En la primera vuelta en Melilla fallamos un penalti estando 3-1 que fue determinante a favor de ellos. Luego, los minutos en pista de nuestros principales jugadores nos limitaron notablemente y sentimos la profundidad de banquillo de Cartagena, además de una gran actuación de su portero Raúl. Será un partido intenso, espero recuperar a tres jugadores claves que hoy están lesionados, de manera que poder observar en Cartagena al Melilla de toda esta temporada, que a pesar de los problemas, estuvo a la altura de las exigencias en todas las pistas. Será un gran espectáculo.