Rubén Zamora Jiménez, pívot murciano de 34 años, llegaba a Cartagena como uno de los fichajes estrella del club para la actual campaña procedente del Montesinos Jumilla de Primera División. La directiva quiso contar con sus servicios para dar consistencia en ataque y seguir teniendo un jugador de primer nivel en la posición de pívot con Elián y Dani Blanco. Rubén ha tenido una campaña bastante complicada debido a que las lesiones se han cebado con él, haciéndole disputar la mitad de los partidos: trece.  Esa pérdida de encuentros tuvo la causa en una hernia de disco lumbar que el pasado mes de noviembre dijo basta cuando frente a Segovia apenas jugó unos minutos y estuvo alrededor de tres meses en el dique seco.

Pero la fe es lo último que se pierde, al final del túnel hay luz, y esa luz fue avistada a falta de ocho partidos para que concluyera la liga frente al Barcelona B, donde Zamora volvió a enfundarse la elástica naranja después de mucho tiempo para volver a lo grande, anotando un tanto contra los catalanes, aunque no sirvió para que el equipo ganase. Tras el partido en Puertollano, donde también vio puerta, Rubén expresaba a los medios: "Ya tenía ganas. Después de tanto tiempo parado, voy recuperando sensaciones y si tuve la fortuna de hacer gol y ayudar a los compañeros, más contento aún". Asimismo, tuvo unas palabras de agradecimiento hacia Guillamón y sus compañeros: "Desde que vine me siento valorado por el míster y por los compañeros, me han apoyado en todo momento”.

Cuando se le ha preguntado en numerosas ocasiones a Juan Carlos Guillamón por Rubén, ha sido siempre positivo y tajante: “Es un jugador muy importante para el equipo, se le fichó para que diera un plus más de calidad”, por lo que el pívot siempre ha tenido la confianza del cuerpo técnico pese a la racha mala que tuvo que pasar.

En cuanto a números, Rubén Zamora ha aportado al Plásticos Romero Cartagena un total de tres goles (Lugo, Barcelona B y Puertollano) ayudando al equipo con su veteranía y experiencia en todo momento que entraba a la pista. Su visión  de juego y el juego de espaldas gracias a su gran envergadura han sido factores clave en el desempeño dentro de la cancha a la hora de aportar su particular granito de arena al equipo y llevar la ciudad de Cartagena de nuevo a Primera División, miel que ya saboreó cuando militó en las filas de Jumilla.

Como curiosidad, se enfundó la camiseta de portero-jugador -debido a la expulsión de Javi Matía- en el choque frente a O Parrulo, método con el que los cartageneros levantaron un 3-4 en contra para acabar venciendo 6-4. Zamora también sufrió la impasibilidad de los colegiados en dos ocasiones, al expulsarle por doble amonestación frente a Betis y Hércules.

La anécdota de la temporada

El pívot repasó sus momentos favoritos de la campaña: “Uno fue en el partido en Lugo, estábamos todo el viaje cantando y escuchando una canción y cuando marqué me fui al banquillo con mis compañeros y la canté con ellos, y otro fue el de la caída de la convocatoria de un compañero por la mala suerte de la caída de un tronco en el pie cuando estaba preparando la chimenea”.

Imagen: David Ponce
Imagen: David Ponce