Lleno a reventar en el Garbajosa, como siempre en estas ocasiones. Muchos interistas, bastantes barcelonistas, la jet set del fútbol sala madrileño y también algúnos aficionados más acostumbrado al fútbol (siempre bienvenidos) que se hicieron notar a lo largo del partido.

Antes de que muchos hubieran tomado asiento el Barça iba ganando 0-1. Aicardo desde más de 15 metros lanza un zapatazo ante la pasividad defensiva de Inter que se cuela en la portería de Jesús Herrero. Y eso que Inter había iniciado el partido con un cinco de respeto, con Ortiz y Rafael. Pero los azulgranas, hoy de verde pistacho, se habían tomado los deberes en serio. El disparo del gol a los 22 segundos de partido era ni más ni menos que su tercer tiro a puerta.

Los locales hacen reset y recomienzan el partido con los bríos a estrenar. Salen con determinación a la presión. Rafael roba, cede de manera brillante a Rivillos que devuelve el regalo al brasileño para batir a Sedano y conseguir el empate.

Antes de que muchos se hubieran sentado en sus butacas Aicardo había puesto ya el 0-1 en el marcador

El parquet de la LNFS se convierte en un tablero de ajedrez donde los entrenadores mueven sus piezas en busca de adelantarse en el marcador. Primero Ferrao como pívot claro por parte de Andreu Plaza, a lo que responde Velasco con Taffy. Poco después el técnico catalán buscó más velocidad con Joselito y Roger, mientras que salen Borja y Ricardinho por parte torrejonera. Sin embargo el marcador se mantuvo inalterado durante mucho rato.

El Barcelona seguía buscando la portería de Herrero con insistencia desde posiciones más lejanas hallando en todas las ocasiones buenas intervenciones del guardameta de Torrejón. Por el contrario Inter combinaba mejor y llegaba en menos oportunidades al marco de Sedano pero con más peligro. 

A poco del descanso, cuando parecía que los visitantes bajaban el pistón en el ataque, Ricardinho roba el balón Rómulo (pitado por el público local desde que realizó un despeje duro a la grada) muy cerca de la puerta barcelonista y sirve en bandeja a Rafael el 2-1, justo después de que Teledeporte tuviera a bien conectar con el partido.

Inter creyó tener el partido controlado y pagó caro sus errores

Inter salió al segundo tiempo del mismo modo que al primero, y lógicamente el Barcelona hizo lo propio. A resultas de ello un robo de Aicardo a Ricardinho en zona de creación se convierte en el segundo gol del gaditano y el empate en el electrónico. 

La diferencia en este segundo tiempo con relación con el primero estuvo en que en este caso los interistas, parece que más de modo inconsciente, no aumentan de manera clara su intensidad dejando pasar el tiempo. Quizás pensando que llegaría su oportunidad, pensando que el control del partido era suyo.

Y transcurre el tiempo sin altibajos, Inter llega rápidamente a cinco faltas (aunque todos nos maliciabamos que no íbamos a ver ningún tiro de diez metros, como así fue). A ese discurrir del partido ayudaban los colegiados que incluso en su despiste sacaron una inexplicable tarjeta a Ricardinho por un agarrón de Taffy a Adolfo, qué lastima de Vídeo Replay.

El Barcelona se aprovechó perfectamente de los errores interistas en ataque para hacerse con el partido

Y el despiste se hizo general, incluso contagió al rara vez despistado Rafael que se deja robar la pelota por Ferrao que adelanta a los suyos a falta de cinco minutos para la conclusión.

En ese momento Inter necesita más robar y es cuando el Barça se siente más cómodo saliendo con criterio y facilidad de la presión torrejonera. Velasco decide proponer el portero jugador. Sin embargo, como les ha ocurrido a sus rivales en muchas ocasiones, sus intentos son improductivos. Es más, un grave error de Daniel Shiraishi, al intentar el golpeo desde la zona del cierre sin posición propicia que el balón termine en los pies de Adolfo que marca a placer el 2-4.

Y es que hay veces que si se busca la superioridad sin el convencimiento da igual que haya más jugadores atacantes que defensores. Y eso lo demostró Ricardinho al conseguir el 3-4 en generar esa ventaja en un 1 contra 1 y zapatazo a la escuadra culé.

30 segundos quedaban para el milagro. Inter disparó a puerta más en ese medio minuto que en los otros 19 y medio, pero no fue suficiente. Pareció que se habían olvidado las ganas de mantener el liderato en el vestuario, mientras que  el público del Garbajosa tampoco puso mucho empeño en recordárselo. Hasta que Ricardinho despertó a todo el mundo con su gol e hizo que volvieran los gritos de ánimo.

El mismo carácter que hizo que Inter consiguiera los puntos en su visita a Pamplona es el que le ha faltado para mantener el lideratro en casa ante un concentrado Barcelona que se hizo merecedor de ostentar a partir de hoy la cabeza de la tabla.