Inter llegaba a La Salobreja con la intención de olvidar el golpe recibido en Torrejón contra el Barcelona y volver a la senda del truinfo. En realidad era difícil encontrar peor sitio para hacerlo. Jaén estaba inmaculado en su pista, contando por victorias cada uno de sus anteriores cinco compromisos como local. Añadiendo al nivel de los locales que los madrileños se encontraban con el hándicap que siempre es la ausencia, en este caso por amigdalitis, de Ricardinho.

Según lo esperado el partido comienza con una intensidad tremenda, oportunidades, idas, vueltas y hasta dos tarjetas en los primeros cinco minutos. Inter en su presión total habitual hace que Jaén sufra por momentos, aunque los locales aguantan con autoridad con un gran Dídac.

Al filo del descanso Ortiz es expulsado por doble amonestación, aunque los locales no pudieran aprovechar su superioridad

En los momentos siguientes el conjunto andaluz consigue estirarse y llegar con peligro ante Jesús Herrero, aunque la oportunidad más clara corre de parte de Inter con una vaselina de Daniel Shiraishi al palo. La intensidad del juego y el riguroso nivel de los árbitros en las sanciones disciplinarias (6 tarjetas en el primer periodo) condicionan el partido. Primero con la llegada de un lanzamiento de 10 metros por parte Inter y posteriormente la expulsión de Ortiz por doble amarilla. Tanto una circunstancia como la otra no fueron aprovechadas para anotar por ninguno. No fue bueno el lanzamiento de Darlan, que fue el encargado en lugar del habitual Ricardinho, ni tampoco la superioridad de los jienenses que incluso llegaron a sufrir un disparo al palo por parte del visitante Daniel.

La igualdad continuó siendo total en la reanudación

Comenzó la segunda parte con la superioridad infructuosa de los locales, que hizo que reforzara la moral de los interistas al superar los dos minutos de penalización sin encajar gol.  Y tras ello tienen ocasiones Darlan, uno de los mejores, y el omnipresente Daniel.

A partir de esos momentos la igualdad se apodera del encuentro, comienzan las posesiones largas. La responsabilidad y el miedo a perder hace que haya muchas menos ocasiones. Los equipos toman precauciones y planteamientos más conservadores.

Borja rompió la gran igualdad del choque con un precioso gol de vaselina

A falta de cinco minutos para el final, Borja consigue escaparse y llegar en un mano a mano contra Dídac al que supera de vaselina. 

A Jaén no le queda otra que arriesgar y pone en cancha el portero jugador los últimos cuatro minutos. Inter se afianza en defensa y sigue atacando con peligro, tanto que Rivillos consiguió dos goles más que decantaron la balanza finalmente del lado madrileño. La expulsión final de Campoy por doble amonestación no deja de ser anecdótica.

Inter se llevó un partido muchísimo más igualado que lo que refleja el marcador final de 0-3 y que sirve de bálsamo para las heridas sufridas en la anterior jornada. Consigue asaltar el fortín hasta hoy inexpugnable de La Salobreja ante un Jaén que vendío muy cara la derrota con la preocupación de llevar dos partidos consecutivos sin anotar.