Expectación en Burela por partida doble. A la visita de Inter Movistar se le unía la presentación de Tomás de Dios como nuevo técnico del conjunto gallego

La primera ocasión del partido correspondió a los locales por medio de un ex-interista. Matamoros pone a prueba a Álex González, en busca de hacer bueno el dicho aquel de "a entrenador nuevo, victoria segura", pero no iba a ser una empresa sencilla.

Si algo imprime Tomás de Dios a sus equipos es una intensidad defensiva enorme, a veces esto se convierte en un arma de doble filo. Esa intensidad hizo que Burela llegara pronto a las cinco faltas, aunque eso no fue óbice para que los locales siguieran defendiendo con solvencia. 

Gadeia confirmó para qué ha venido a Torrejón haciendo el 0-1 de los visitantes

Tras varias ocasiones visitantes, fue Gadeia el que consiguió romper el muro lucense. La incorporación invernal interista confirmó las impresiones de su primer partido con los de Torrejón. Consiguió batir a Álex de fuerte disparo lejano. Para eso lo trajeron.

La respuesta de Burela no se hizo esperar y Cuco pone a prueba al portero visitante sin éxito.

Más ocasiones y ritmo en la reanudación

Inter sale de los vestuarios con la intención de confirmar la ventaja. Darlan y Taffy tienen sendas ocasiones que no se concretan, y David Pazos lanza un disparo a la madera. 

Los burelenses aguantan el tipo y contraatacan con peligro en busca de un empate que les sabría a gloria. Sin embargo, a falta de seis para la conclusión Cuco rechaza con la mano un disparo del capitán Ortiz en el área. Se encarga de transformar el penalti Bruno Taffy y la empresa local se tornaba mucho más peliaguda.

Tomás de Dios imprimió a los lucenses de una intensidad defensiva que a veces es un arma de doble filo

Para terminar de complicar el asunto los locales cometen su sexta falta. En el tiro de diez metros Ricardinho no falla, revienta el tornillo de la escuadra y Álex no puede hacer nada. 0-3, cuatro minutos por jugar y partido decidido. Aunque Burela lo intentó con portero-jugador, no fue capaz de perforar la portería madrileña. Rafael, ¿quién si no?, se encargó de cerrar la cuenta de los visitantes al salir con calidad de la presión gallega y batir a Álex en el uno contra portero.

Inter solventa un complicado compromiso que le permite seguir en la persecución del Barcelona Lassa, mientras Burela da una muy buena imagen en la primera piedra de la nueva andadura con Tomás de Dios al mando.