La final del campeonato femenino de fútbol sala en categoría sub 17 no decepcionó a nadie. Tras un torneo igualado, de emociones hasta el final, y de mucho talento en todos los combinados, llegó el momento de la gran final. De dirimir un campeón. El deporte en general suele ser injusto por antonomasia, ya que uno triunfa y el resto fracasan. Pero aquí no se puede hablar de fracaso. Estar en este torneo ya demuestra un reconocimiento a los méritos realizados por estas jóvenes jugadoras, las 120 que han participado en el torneo.

En lo estrictamente deportivo, Murcia y Castilla-La Mancha se citaron en la final. Las de la Región llegaron por la ‘vía larga’, ya que, encuadradas en el grupo C, debieron jugar tres partidos para acceder a las ‘semis’: empate a dos ante La Rioja en el debut, victoria contundente por ocho goles a cero ante Cantabria, y también victoria ante Cataluña para pasar como primeras de grupo (1-0). Ya en semifinales, ante Andalucía, las murcianas se impusieron en la prórroga, por dos goles a uno, tras un final de infarto.

Castilla-La Mancha desplegó un buen futsal a lo largo de estos cuatro días. También accedió a la final después de otra prórroga, ante Cataluña, uno de los equipos más complicados del torneo. En la fase previa, las castellanomanchegas se impusieron por seis goles a cero a Extremadura después de haber vencido también a Navarra por cuatro goles a tres. Todo esto en su primera participación en un campeonato de esta categoría, lo cual encumbra aún más a este equipo.

La final no decepcionó

Se preveía un partido apasionante, que se podía decidir por detalles. El encuentro comenzó muy igualado, con ocasiones en los primeros minutos, sobre todo para Murcia, que decantó la balanza con dos tantos en los minutos 12 y 13, uno de ellos de penalti. Castilla-La Mancha reaccionó rápidamente, y empató en los minutos consecutivos para devolver la emoción al encuentro.

Tras el descanso, Castilla-La Mancha seguía con la línea ascendente, y ponía el tercer tanto nada más volver de los vestuarios. Murcia sacó la casta, y logró empatar a tres. Aquí el partido volvía a igualarse, aunque fue solo un espejismo. Las murcianas espabilaron, y un doblete de Patricia Ortega puso el 5-3 casi definitivo en el marcador. A falta de unos instantes, y con las manchegas volcadas, la portera de Murcia, Cristina, marcó el sexto gol sobre la bocina.

La fiesta en el Pabellón Les Moreres de Esplugues de Llobregat se extendió con la entrega del trofeo y las fotos y celebraciones tanto en la pista como en los vestuarios. La afición, el cuerpo técnico y las jugadoras disfrutaron de un triunfo más que merecido. Sin duda alguna, la guinda perfecta a cinco días de puro fútbol sala.